Entrevista Nengumbi con Paul Byrne

Buenos Aires, Argentina Diciembre 2009

martes, 9 de junio de 2009

Política pública después de la abolición - Exposición de la Lic. Alejandra Vallespir


Retomemos una “historia negra”

Muchas de las frases que hoy habitan nuestro lenguaje cotidiano, connotan racismo, herencia de un pasado que se construyó sobre el imaginario de que “en la Argentina no hay negros”. Tales frases son repetidas incesantemente sin siquiera atender al contenido de lo enunciado, así por ejemplo se dice habitualmente: tuvo un día negro, trabajé como un negro, tiene un humor de negros, hay una mano negra, fulano de tal es un negrero. Es evidente que el término “negro” tiene aquí la carga de lo negativo, de lo que no debió haber sucedido pero sucedió.

Este modelo de Argentinidad sin negros y de lo negro como lo negativo, llega hasta nosotros a través de los actos escolares. En los actos escolares que se realizan en las fechas patrias, solemos ver a los niños representar el papel de los vendedores ambulantes que en los tiempos coloniales pregonaban por la calle la venta de empanadas, agua, pastelitos, etc. Así la imagen del “negrito” vendedor ambulante es una imagen simpática, que se vuelve más simpática aún cuando es representada por un nene de 6 años que despierta hasta cierta ternura al verlo actuar.

De esta manera, la imagen de “los negritos de la Colonia” con los que crecen nuestros chicos es la de que aquí, los negros vivían bien. Acaso no se los está representando como vendedores ambulantes? Nada de azotes para los negritos de la Colonia del Rio de la Plata, nada de castigos ni barcos de galeras. Al contrario, el imaginario reproducido es el de la “negrita” que le dice a la niña de la casa “amita, se va a poner el peinetón?”. Y gentil y dulcemente la “niña” (blanca, por supuesto, criolla descendiente de españoles, por supuesto) contesta que si, y la “negrita” la ayuda a vestirse. Y luego, el acto escolar cierra recordándonos a todos que la Asamblea de 1813 dictó la abolición de vientres, medida que hoy, en un castellano moderno llamaríamos “progresista”. Es necesario recordar que en 1813 los hijos de esclavos, dejaron de compartir el destino de sus padres: la esclavitud

Es una imagen de dulzura, de parternalismo, de ternura… completamente falsa. Tras estas representaciones escolares se oculta una terrible verdad. Los negros en la Colonia fueron tan negros como en cualquier lado, fueron tan maltratados, tan esclavizados y tan vapuleados como en cualquier lado.

En el Rio de la Plata, el comercio esclavo se inscribía como “piezas de comercio”. Ingresaron al puerto tantas “piezas de comercio”, es decir tantos esclavos.

Muy pocos saben que cuando los conquistadores y la Iglesia Católica llegan al territorio americano y encuentran a los pueblos originarios, se desata un debate sobre si los indígenas tenían alma o no. La conclusión a la que llega la Iglesia Católica es la siguiente:

Es claro que el color de la piel indica si sobre esa persona sopló el Espíritu Santo o no. Así, por supuesto, sobre quien más cerca sopló el Espíritu fue sobre el blanco conquistador, luego le seguían los indios, por lo que tenían alma, pero lo desconocían, por eso había que evangelizarlos y por eso no se los podía comercializar. Es igual de claro, entonces que sobre los negros el Espíritu Santo no sopló, sino no serían negros. Por lo tanto no tenían alma, ergo se los podía vender y comprar como piezas de comercio.

Así, en la escala social los pueblos originarios estaban por encima de los negros, pero en materia económica, estaban por debajo de ellos. Que un negro pudiera comprarse y venderse, implicaba una inversión. La muerte de un esclavo era pérdida de dinero. Que un indígena se muriera no importaba porque era libre, por lo tanto nadie invertía en él, de forma tal que simplemente se lo reemplazaba por otro indígena sin que nadie perdiera dinero. Este es el motivo por el cual, en el Rio de La Plata, los negros no fueron a las minas y los indígenas sí. Los negros no extrajeron el oro del Alto Perú, y los indígenas sí. El trabajo de servidumbre que hacían los negros en el Rio de La Plata no se debió a un gesto humanitario como hoy falsamente muestra la historia escolarizada, sino que se debió fundamentalmente a la decisión de proteger la inversión realizada en la compra – venta de esclavos.

Todos tenemos al tango como música porteña, pero también al candombe. Sin embargo el candombe es una música de raíz afro. Como llegó a ser el candombe parte de la música porteña si en “Argentina no hay negros”? Qué pasó con aquellos negros aguateros? Es que acaso no tuvieron descendencia?. No. En una misma maniobra se eliminó a la población negra y se ganó la independencia. Bajo la promesa de que al volver de las luchas por la independencia, obtendrían su libertad, se envió a los negros a las batallas. Se los mandó como batallón de choque, se los mandó en la primera fila. Se los mandó para atajar los primeros fuegos, se los mandó como escudo de los blancos. Así, se obtuvo la independencia, y también el exterminio negro. A partir de ahí, la Argentina sería el país blanco que lideraba su ideario. Eso si, nos quedamos con el candombe y con nuestros niños blancos, haciendo de negritos simpáticos en todas las escuelas argentinas, que hasta el día de hoy siguen difundiendo la mentira


Lic. Alejandra Vallespir
Socióloga

1 comentario:

  1. Hola, me gusta mucho alejandra vallespir, su libro " la policia que supimos conseguir" me parece el mejor sobre el tema, muchas gracias por poner su articulo aqui! me gustaria saber si ella tiene trabajos sobre la historia de la institucion policial en argentina vinculada a la esclavitud y su abolición, o datos sobre la funcion especifica de la policia en siglo 19 sobre la comunidad afro en el pais. cariños y gracias!

    ResponderEliminar