Entrevista Nengumbi con Paul Byrne

Buenos Aires, Argentina Diciembre 2009

martes, 22 de junio de 2010

Exitosa Feria por Haiti





Una “Feria por Haití” ocurrió el miércoles, 16 de junio, en el Centro Cultural Archibrazo en calle Mario Bravo. Muchos grupos y organizaciones como Proyecto 34°S y la Organización de los Residentes Haitianos en la Argentina, colaboraron para presentar este acontecimiento.

La feria comenzó con una subasta por Haití con la meta de ayudar a los que han sido afectadas por el terremoto del enero de 2010. La gente donó artículos como zapatos de tango, libros, y ropa.

Soledad Madeira mostró un vídeo, “Soweto”, que era un tributo los niños matados en Soweto en 1976 en Sudáfrica.

El vídeo fue seguido por danzas afro brasileñas realizadas por Isa Soares y otras bailarinas. Pedro Parcet siguió con cuentos africanos. Ambos representantes fueron bien recibidos por la audiencia. La noche concluyó con presentaciones musicales de la percusión africana.

Archibrazo estaba lleno con amigos, familias, y los miembros de las organizaciones que particparon de la feria. Fue un ejemplo maravilloso de apoyo a la comunidad Haitiana.

Programación de Feria:

- 20:00hs APERTURA - palabras de bienvenida de Isa Soares
- 20:30hs Presentación y recibimiento de objetos donados, feria y remate. Rematadora: Nikki Froneman
- 21:40hs Vídeo (Soweto – debate) Moderadora: Soledad Madeira
- 22:00hs Cuentos africanos – Pedro Parcet
- 22:20hs Alábase en movimiento, danzas afro brasileñas
- 22:45hs Bayacan, música y danzas afro cubanas
- 23:00hs África Sembé, percusión africana


Colaboran y actuan:

- Alábase danzas de Orixás (danzas y cantos afro-brasileños).
- Proyecto 34ºS (Intercambio artístico: África - Latinoamérica).
- Pedro Parcet (cuentos africanos).
- ORHA (Organización de Residentes Haitianos en la Argentina)
- Grupo Bayakan (música y danzas cubanas- proyecto Mestizo).
- Yamoussa Sylla & Africa Sembé (percusión africana).
- Archibrazo Espacio Cultural & Pablo Ifantidis
- Revista Quilombo.

Apoyan:

- IARPIDI (Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad &
Integración)

Desareé Williams
MA Student, TX State Department of Anthropology
Graduate Assistant for University Honors Program
dw1216@txstate.edu
"The talent of success is nothing more than doing what you can do well and doing well whatever you do, without a thought of fame." - Henry Wadsworth Longfellow

lunes, 21 de junio de 2010

La vuvuzela, la duodécima lengua de Sudáfrica. Su creador defiende el invento

BENOÎT PETIT
CIUDAD DEL CABO, SUDÁFRICA, AFP
Vie, 06/18/2010 - 16:46 — lcaro





AFP. La vuvuzela, pese a las críticas, es el elemento caracterísitco del Mundial Sudáfrica 2010.

Neil van Schalkwyk es en este momento el enemigo público número uno mundial, con excepción de su país, Sudáfrica, al ser el responsable desde hace una década de la fabricación masiva de vuvuzelas, las trompetas ensordecedoras de los fans al fútbol.
Bombardeado a preguntas, durante la presentación del nuevo modelo de vuvuzela, integrada por tres piezas desmontables y 15 decibelios menos ruidosa que la original, este empresario de Ciudad del Cabo defendió su producto con uñas y dientes.

“Sudáfrica es una sociedad multicultural con once lenguas diferentes, por lo tanto, todo el mundo no puede entonar las mismas canciones en el estadio. La vuvuzela es en cierta manera nuestra decimosegunda lengua, pero que todo el mundo comprende”, subrayó.

En cuanto a las críticas desde el exterior, las barrió de un golpe: “!Es una lástima!”, para añadir “no escuché a ningún hincha argentino quejarse -de las vuvuzelas- después de su victoria (4-1 ante Corea del Sur)”.
Inmediatamente contó una anécdota: “El año pasado, Xabi Alonso se quejó del ruido de las vuvuzelas, sin embargo, enseguida lo vi en una foto de su regreso a España, en la que llevaba tres en su bolso”.

Fue viendo a un hincha del club de Soweto que el joven Van Schalkwyk, de 37 años de edad en la actualidad, tuvo la inspiración que cambió su vida.
“Yo jugaba en los juveniles del Santos (un club de Ciudad del Cabo) y tras marcar un gol vi a aquel hincha soplando un cuerno de metal. Entonces me dije 'aquí hay algo para hacer'“, se explica.

Mucho más tarde, en 2001, Van Schalkwyk lanzaría su primera trompeta de plástico en el mayor de los anonimatos. “Comenzamos con 500 unidades vendidas en un año, pero también tuvimos que regalar muchas para crear el interés”. En 2002 un pedido de 20.000 unidades hizo lanzar la producción a gran escala.

“!Soplemos nuestras vuvuzelas!” fue su reacción cuando su país obtuvo, en 2004, la organización del Mundial-2010. “Ubicamos el producto en todos los lugares posibles”, añade.

En diez años, su empresa alcanzó a un monto de 7 millones de rands como cifra de negocios (750.000 euros), de los cuales la mitad en el pasado 2009. Sus perspectivas son florecientes.

Su empresa Masincedane Sport controla el 25% del mercado sudafricano, que estima en unos dos millones de vuvuzelas en circulación. Recientemente se asoció con alemanes para la producción y comercialización de sus trompetas en Europa y parece dispuesto a inundar el mundo, en particular Brasil, donde tendrá lugar el próximo Mundial. “Espero que la FIFA nos las prohíba para 2014”.
La mayor competencia le llega de China, que inunda el mercado con vuvuzelas cuyo precio al por mayor es de 0,24 euro la unidad.

“Las trompetas chinas lastiman los labios con sus boquillas muy delgadas, nosotros fabricamos productos de mucho mejor calidad”, sostiene el empresario.
“Consciente del problema de salud” que produce el ensordecedor zumbido de las vuvuzelas, Van Schalkwyk se asoció con la sociedad sin fines de lucro Uthango para vender tapones para las orejas junto a su producto.

“Negociamos con Neil para que los tapones estén incluidos en el mismo paquete de la vuvuzela”, precisan en Uthango.


Fuente: http://www.eluniversal.com.co/v2/cartagena/deportes/la-vuvuzela-la-duodecima-lengua-de-sudafrica-su-creador-defiende-el-invento?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+eluniversal%2Fctg+%28El+Universal+-+Cartagena%29&utm_content=Yahoo%21+Mail

martes, 15 de junio de 2010

FERIA POR HAITÍ

Se invita a todas las personas a participar de la

FERIA POR HAITÍ
http://isasoaresferiaporhaiti.blogspot.com/

y en el homenaje a los niños víctimas de la masacre de Soweto
en 1976, en Sudáfrica.

16 de junio 20hs
Archibrazo, Mario Bravo 437 capital
.

Programación:

• 20:00hs APERTURA - palabras de bienvenida de Isa Soares
• 20:30hs Presentación y recibimiento de objetos donados, feria y remate. Rematadora: Nikki Froneman
• 21:40hs Vídeo (Soweto – debate) Moderadora: Soledad Madeira
• 22:00hs Cuentos africanos – Pedro Parcet
• 22:20hs Alábase en movimiento, danzas afro brasileñas
• 22:45hs Bayacan, música y danzas afro cubanas
• 23:00hs África Sembé, percusión africana

Colaboran y actuan:

• Alábase danzas de Orixás (danzas y cantos afro-brasileños).
• Proyecto 34ºS (Intercambio artístico: África - Latinoamérica).
• Pedro Parcet (cuentos africanos).
• ORHA (Organización de Residentes Haitianos en la Argentina)
• Grupo Bayakan (música y danzas cubanas- proyecto Mestizo).
• Yamoussa Sylla & Africa Sembé (percusión africana).
• Archibrazo Espacio Cultural & Pablo Ifantidis
• Revista Quilombo.

Objetos ofrecidos en la remate y feria:

• Cassettes de música brasileña y en general (importante cantidad). Para aquellos que les gusten la música no importando su envase y que no tengan aparatos de última generación.
• Bolsos pequeños y medianos.
• Libros usados.
• También ropa de verano e invierno.
• Zapatos, sandalias.
• Otras cositas... y de otras personas...
Sugeriremos precios muy accesibles. Aceptaremos alguna que otra oferta (por favor no monedas...). Se hará remate de algunos objetos.

Mensaje de Isa Soares, coordinadora del evento:
"Los objetos son de mi pertenencia y usados. También de otros. Vivo en un lugar muy pequeño. Pensé que lo que podía haberlo tirado tal vez pudiera generar algo de capital para ayudar a algunos seres que en este momento están necesitando de cosas más que esenciales. Estoy en plena tarea de clasificar los objetos para una rápida identificación. Los precios son simbólicos y bastante accesibles. Todo lo recaudado será entregado a quienes mejor saben de lo que necesitan. La Sociedad de haitianos residentes en la Argentina con sede en Av. Pueyrredón, 19 2º piso, capital federal. Se hará entrega a la Sra. Marie Edouards Carius de Haití nuestra honorable cocinera. Al concretarse la donación notificaré por esta misma vía.
Sé que en el Chaco y más cerca de nosotros, ahora también en Chile, hay otros seres en iguales condiciones. Me identifico con ellos, lejos en la inmensidad de su dolor. Es humilde la propuesta pero creo importante hacerla."

miércoles, 2 de junio de 2010

EL PAIS › PRONUNCIAMIENTO DE CARTA ABIERTA A 200 AÑOS DE LA REVOLUCION DE MAYO

Declaración del Bicentenario

Lo firmaron también numerosas organizaciones y dirigentes sociales y políticos. Fue presentado ayer al mediodía en la explanada de la Biblioteca Nacional ante más de medio millar de personas. Lo leyeron los actores Lito Cruz y Lola Berthet.



Conmemoramos el Bicentenario de la Argentina sin evocar un pasado mítico pero sabiendo que en los pliegues de su historia persisten memorias de un país para todos, muchas veces extraviado en su propio laberinto y otras arrojado a los poderes de la injusticia. De un país que supo de apasionadas escrituras libertarias y que guarda en sus fibras los nombres propios de los hombres y las mujeres que buscaron construir, individual y colectivamente, los trazos de otra patria. La que buscamos en los signos de esta época que ofrece la posibilidad cierta y urgente de encontrarnos con lo mejor de las tradiciones ancladas en los ideales de igualdad, libertad, justicia y soberanía. Ese es el mayo que nos urge desde hace 200 años.
De la Argentina de las luchas emancipatorias quedan los rastros de los esfuerzos políticos, de los trastrocamientos sociales, de la ruptura del orden colonial, pero también la memoria de lo irresuelto, de las promesas no realizadas, de lo popular sin redención. Es en los hilos de lo pendiente, en la memoria de las voluntades, que pronunciamos el nombre de Argentina, en este Bicentenario.

No lo hacemos en la Argentina del Centenario, ese espejo virtual que los poderes actuales instalan en el lugar de Paraíso Perdido. En aquella Argentina un futuro que se imaginaba dorado, sobre la base de los ganados y las mieses, se proyectaba bajo la égida de un Estado excluyente, con las mayorías silenciadas políticamente y con un mundo popular asolado por la desdicha. El Centenario fue oropeles y visitantes extranjeros, tanto como estado de sitio y lucha callejera. República para pocos y Ley de Residencia. Un modelo de país agroexportador incapaz de proyectarse con autonomía del Imperio Británico y de mirarse en otro espejo que no fuera el de un orden internacional injusto. Jóvenes de clase alta incendiaron un circo plebeyo para que no alterase un paseo tradicional. Esas fogatas prepararon la Semana Trágica y los fusilamientos de la Patagonia, expresiones del odio oligárquico que se descargaría cada vez que el pueblo defendía sus derechos.

No aceptamos volver a la Argentina de 1910. No podemos identificarnos con un país de la desigualdad, el prejuicio y la exclusión. Ni con un país diseñado desde la lógica de los intereses corporativos, que ha venido rapiñando lo público y tratando de disolver lo mejor de las creaciones colectivas, que dieron forma a sistemas de educación y salud equitativos. No es nuestra tradición la que confunde “nación” con “raza” u origen geográfico ni la que reivindicó como causa nacional la aniquilación de pueblos originarios y de sus hombres y mujeres, la servidumbre y el despojo material y cultural, ni estamos dispuestos a tolerar sus abiertas o embozadas formas de persistencia. No queremos que se silencien las voces que desde el fondo de nuestra travesía como nación se expresaron para avanzar hacia una sociedad más igualitaria, ni convertirnos en espectadores que contemplan cómo unos pocos se complacen en sus riquezas mientras los que producen los bienes sociales son reprimidos, acallados o expulsados.

No queremos regresar a los fastos de ese Centenario que sigue persiguiendo como una sombra espectral los sueños de emancipación, como lo hizo en el ’30, en el ’55, en el ’66 y en el ’76. Nuestro Bicentenario busca reencontrarse con los trazos que fueron dibujando los sueños de libertad e igualdad del primer Mayo y que debieron sortear incontables dificultades y las peores pesadillas. Somos ese país de sueños y de pesadillas. Se trata de recrear, con nuestra fuerza imaginativa y con inventivas populares, la fuerza emancipatoria del inicio, y las de las múltiples formas de resistencia que en nuestro suelo fueron ejercidas desde la Conquista y la Colonización, sabiéndonos parte de un destino común, entrelazado con el de los pueblos de toda América latina, sin los cuales no puede pensarse un presente ni un futuro.

El Bicentenario es, fundamentalmente, una conmemoración de esas luchas emancipatorias que en sus mejores momentos tenían menos un destino local que una idea de lo americano. Que tiene su punto de inicio en la revolución de los esclavos haitianos y se consolida recién en 1824. Cuando hoy América latina traza acuerdos y composiciones, cuando construye Unasur y afianza los compromisos políticos y económicos, cuando procura un destino común, vuelve a proyectarse sobre el fondo de la unidad anunciada en los primeros gritos libertarios, y la Argentina a reencontrarse con el destino que soñó al nacer.

Esta Argentina tiene en su corazón profundo una vida popular que ha sido gravemente dañada y que es, así y todo, potente y creativa. El antiguo pueblo del himno ha sido rehecho por dictaduras atroces, persecuciones violentas, modificaciones profundas de la economía y el Estado, tecnologías y lenguajes comunicacionales capaces de generar las condiciones para que un sentido común amasado entre la dictadura y los años noventa, corroa las fuerzas de nuestra vida social y cultural e inhiba el diálogo activo con el pasado.

Ha sido reconfigurado y avasallado el pueblo. Y sin embargo, ha sido y es el sustrato de las resistencias, la potencia creadora de nuevas formas de vida, de lenguajes, de símbolos, de modos de encuentro, el horizonte de una real autonomía simbólica y política de la nación. Ese pueblo tiene múltiples y heterogéneos rostros políticos, se despliega en organizaciones diversas y en experiencias no siempre concordantes. Los que aquí manifestamos lo hacemos como parte de ese pueblo, como parte de las organizaciones en las que se nuclea y se recrea.

Son los rostros de los trabajadores asalariados y sindicalizados, herederos de los que un 17 de octubre del ’45 les dieron forma a sus exigencias de justicia y dignidad en una novedosa articulación política y que en mayo de 1969 hicieron temblar la ciudad de Córdoba. Son también los rostros sufridos de los desocupados que intentan recuperar una trama social devastada por el neoliberalismo y que en los noventa fueron el alma y el cuerpo de las resistencias, esa parte de los incontables que hoy marchan en pos de la equidad y el reconocimiento. Son los rostros de los activistas sociales y de los creadores culturales. Son los rostros de las militancias por los derechos humanos y de los pacientes articuladores de los barrios. Son los rostros de los estudiantes que supieron arrojarse a las luchas populares. Son los rostros de los empresarios comprometidos con ideales de autonomía nacional y los de los profesores y maestros que trajinan diariamente por la educación pública. Son los rostros de los migrantes latinoamericanos que han elegido estas tierras para construir sus propios sueños y de quienes dan testimonio de la expoliación a los pueblos originarios y de la defensa de sus derechos. Y recuerdan que sólo una América latina de nuevas solidaridades podría alojar esas diferencias sin diluirlas en el relativismo cultural ni trasvasarlas a persistentes racismos. Son los rostros de la desdicha, del temor ante el peligro, de la alegría por la reunión y la voluntad colectiva.

La conmemoración del Bicentenario no puede desligarse de la consideración de ese pueblo que encuentra en estos días una remozada capacidad de movilización callejera y reconocimiento público. El futuro de la Argentina depende de la atenta vigilia popular, una vigilia hecha de alerta y compromiso, de reacción frente al peligro y de entusiasmos compartidos. Mucho se ha hecho en estos años del siglo XXI para restañar la vida popular dañada. Todos deben saber –todas las dirigencias políticas y sociales– que ningún retroceso es aceptable. Que este pueblo tiene compromisos profundos con las transformaciones realizadas y las faltantes y que encontrará en la memoria de sus luchas pasadas y en las necesidades del presente, la fuerza para resistir cualquier intento de restauración conservadora. No hay vuelta atrás que pueda resultarnos tolerable. No hay interrupción que consideremos viable. La Argentina actual, capaz de enjuiciar los crímenes del pasado y generar políticas de reparación para las desigualdades contemporáneas, no puede ser suprimida por los agentes de la reacción.

Deben ser conjuradas las maniobras de quienes conspiran en las sombras y agitan desde los espacios mediáticos. Pero también resguardar al país de la corrosión de sus lenguajes y de una sensibilidad social, cultural y política menguada en sus capacidades críticas y creativas, como de los condicionamientos en los modos de vida y de pensamiento impuestos por las culturas imperiales. Sabemos que no se sale indemne de las heridas infringidas por los poderes de la dominación y que las diversas formas de la injusticia, la humillación y la fragmentación marcaron a fuego el tejido social. Pero también percibimos que algo poderoso vuelve a manifestarse en la patria de todos. En la particular situación de América latina en estos inicios del siglo XXI, este pueblo, hecho de memoria y de presente, escrito su cuerpo por las mil escrituras de la resistencia, las derrotas y los sueños, tiene la potencia de realizar ese llamado ante los peligros y la afirmación de su resistencia ante toda forma de la devastación.

El estado de este pueblo es, hoy, la vigilia: apuesta a la defensa de las reparaciones alcanzadas y a la perseverante insistencia en lo pendiente. Si es capaz de mirar al pasado de la nación e inspirarse en la épica americanista de los revolucionarios de mayo, lo hará porque su realización está en las señales del presente y en la apuesta al futuro. Tiene ante sí el desafío de dar lugar a lo nuevo que surge y de contribuir a que se extiendan y fortalezcan los modos en que los argentinos deciden vivir su libertad para afianzar la de todos. Estamos convocando a un acto de emancipación, capaz no sólo de enfrentar las trabas que interponen, ayer como hoy, los intereses poderosos, sino de proponer nuevas soluciones imaginativas y nuevos objetivos que estén a la altura de una sociedad enfrentada al desafío acuciante de ser más equitativa. Y a través del ejercicio de la libertad, de la participación y de la movilización, a llevar a cabo las grandes tareas pendientes, particularmente las que conducen a enfrentar las desigualdades sociales que persisten como una llaga que no se cierra –tareas cuyas señales han sido dadas en estos últimos tiempos–. Un mayo de la equidad y de la igualdad, un mayo en el que la riqueza sea mejor distribuida entre todos los habitantes de esta tierra.

Por todo esto convocamos, con el entusiasmo y la pasión que emanan de nuestra historia compartida, a emprender las transformaciones estructurales y culturales que se necesitan para contrarrestar el saldo de décadas de deterioro y desguace, y avanzar hacia nuevos modos de relación entre los ciudadanos, la política y el Estado. Somos esos sueños y esas múltiples y diversas experiencias sin las cuales no podríamos imaginar un futuro. Conmemorar el Bicentenario implica tomar nota de lo nuevo y convocar lo existente hacia una profundización de la democracia. Los hombres de Mayo tuvieron ante sí la tarea de construir una nación despojada de la herencia colonial. Lo hicieron en parte y la situación de América latina exige la continuidad de ese esfuerzo. Como para ellos antes, para nosotros hoy no hay retroceso tolerable y sí un enorme desafío histórico: la construcción de una sociedad emancipada y justa.


http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-146230-2010-05-23.html

La noche del LUNES (!)

Fiestas Afrolunes: de Senegal al Abasto.
Los antiguos grios eran narradores orales africanos que, a través de sus relatos, se encargaban de difundir las historias y las epopeyas de sus pueblos a las nuevas generaciones. Para mantener esos relatos en la memoria de todos, los convertían en canciones que musicalizaban con instrumentos de percusión y de cuerdas. Así, los grios inventaron un estilo musical que ha influenciado a muchos de los géneros modernos de Occidente, como el rap. De esa formación cultural proviene Cheikh Gueye, un músico senegalés que llegó hace pocos años a la Argentina y que desde mediados de 2009 anima las Fiestas Afrolunes, veladas que para muchos ya se han hecho costumbre en el Abasto. De manera similar a lo que alguna vez fueron los Anti-domingos (una fiesta que se hacía en una casa del barrio de Saavedra para combatir la probable depresión dominguera), las Fiestas Afrolunes se han convertido (además de en una gran manera de acercarse a la música de raíces africanas) en una de las formas de hacer más llevadero el peor día de la semana. Junto con tragos y comidas caseras, la fiesta ofrece cada noche el set de un dee jay y la actuación de un grupo argentino diferente, casi siempre relacionado con el re-ggae o el ska, como Paraipou, Aminowana o Satélite Kingston. Pero sin dudas el plato fuerte de la noche, el momento más esperado por todos, es el show brindado por Semilla de la Cultura, el megacombo percusivo de más de veinte músicos dirigido por Gueye. Para muchos habitués, estas fiestas ya son una suerte de ritual que los obliga a comenzar la semana (o terminar el fin de semana anterior) de una manera diferente.
Las Fiestas Afrolunes se realizan todos los lunes, a partir de las 22.30 horas, en Uniclub, Guardia Vieja 3360.

Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/18-6189-2010-05-23.html