Entrevista Nengumbi con Paul Byrne

Buenos Aires, Argentina Diciembre 2009

sábado, 27 de junio de 2009

Racismo y victimización en el INADI

Volviendo a mi casa el jueves 18 de junio, abrí el último “Barcelona” (periódico bisemanal que aborda temáticas sociales y políticas con cierto sarcasmo), y ahí descubrí un artículo titulado: “El INADI investiga a un hombre que se niega a acosar sexualmente en Florencio Varela – Acusan de discriminador al violador serial que sólo ataca en los barrios de Núñez y Caballito”, y un poco abajo está la alusión irónica a la “usual celeridad del organismo anti-discriminador”. Desde luego, el titulo es provocador, pero lo leí entonces con humor, dado que soy amante del dicho que el humorista francés Pierre Desproges nos dejó “nos podemos reír de todo, pero no con todo el mundo”.
Sin embargo, una visita en el INADI fue suficiente para que entienda mejor las críticas que le dirigen a este instituto nacional.

Siendo yo estudiante francesa en Relaciones Internacionales, apasionada por la problemática migratoria, precisamente fui al día siguiente al INADI, con el fin de familiarizarme con la principal institución oficial encargada de la lucha contra el racismo, la xenofobia, y la discriminación en Argentina. Fue verdaderamente decepcionante mi visita, porque paradójicamente me encontré con un ejemplo más que claro de racismo, en el lugar menos imaginado.

Asistí al lugar, para presenciar una reunión de unos portavoces de asociaciones implicadas en la defensa de los derechos de comunidades afros y africanas locales. De hecho, solo pude escuchar un instante muy corto de esa reunión, ya que decidí retirarme cuando oí decir a uno de los delegados: “Los blancos no tienen legitimidad para votar durante esta sesión”.

Aunque no me apuntara directamente, el mensaje fue claro: yo, pequeña blanquita, no tenía el derecho de formar parte del debate sobre las comunidades afros en Argentina (INADI) ni de sentirme solidaria o capaz de colaborar con la lucha de los africanos o descendientes de africanos. Con esa carita de “toubab”, lo que conozco sobre el tema migratorio o sobre las dificultades vividas por los inmigrantes o descendientes de inmigrantes en Argentina y en mis dos países de origen no tienen ninguna relevancia acá. La causa de los afros y africanos en Argentina no tiene nada en común con las demás causas.

Esas son unas de las confusiones posibles que implica tal intención de considerar únicamente el color de la piel. El debate esta condenado al aislamiento, y a la asfixia por esos especialistas.

¡Si vamos un poco más allá en esa dirección, entonces hace falta determinar para cada miembro de la reunión el porcentaje de “negritud” que alcanzan, con el fin de saber quién en la asamblea puede expresarse y decidir mejor que el otro!. Pero tengo que admitir que siendo una pequeña “toubab” que ha vivido entre dos países de Europa de mayoría blanca, muy pocas veces conocí ese sentimiento de ser discriminada por el color de mi piel. Que me haya marcado en un lugar oficialmente dedicado a la lucha contra el racismo y la discriminación, ¿no tiene algo de ironía?.


Esa actitud resulta de la ignorancia, y al mismo tiempo la alimenta. Si para mi el Africano es negro, y es sólo negro, entonces pienso de manera simétrica que el Argentino es blanco. Esta semana he visto a un bebe de seis meses con padres senegaleses. El nació en Argentina y se podría sentir más argentino que el Che, a pesar de su color café. No creo que tales instituciones lo puedan defender algún día, dado que están encabezadas por personas que generan la exclusión.

Participar o informarse sobre las luchas que nos conciernen indirectamente no tiene nada que ver con la compasión. Compadecer significa “sufrir con alguien”, hacer suyo el sufrimiento del otro y desviar la atención de lo que realmente importa, que es la lucha contra la discriminación. De la misma forma, presentarse como víctima exclusiva de una situación, ¿no significa al fin y al cabo tratar con compasión al que se ubica dentro del grupo, y tratar de despreciar al que se queda afuera? Al nivel de la lucha colectiva, excluir a alguien es lo mismo que apropiarse de esa lucha sin tener en cuenta todas las implicaciones externas que puede tener. La discriminación se crea excluyendo, y peor si es en base de un criterio tan débil y estéril que el del color de la piel.

De manera más concreta, el mismo contenido de las actividades del INADI me sorprendió desagradablemente: ¿qué espacio tienen los principales interesados, los inmigrantes, extranjeros o ciudadanos argentinos víctimas de racismo? ¿Son suficientes unas horas semanales para recibir todas sus quejas e inquietudes? ¿Cómo en reuniones parcialmente dedicadas a criticar el trabajo de otros voluntarios permitirían trabajar sobre los proyectos de integración para los cuales, supuestamente, se reciben los fondos gubernamentales? Y como consecuencia, no es sorprendente que las personas en dificultad no se sientan particularmente apoyadas por las actividades del INADI, y que vayan a buscar ayuda a otras entidades.

Si se ven un poco estrictos mis comentarios, será porque los escribí con la sinceridad e ingenuidad que caracteriza mi juventud, y determinada por un sentimiento que comparten ciertamente muchos argentinos: la desilusión y desolación.


Masha Dujmovic
Estudiante de Relaciones Internacionales y Sociología.

Día de África al estilo de Buenos Aires



Inicialmente organizado el 25 de Mayo, el “día de África” tuvo que ser adelantado al 22 de dicho mes para no sobreponerse al Día de la Revolución de Mayo. En esa ocasión, los embajadores de varios países africanos, así como delegados de ONGs que se desempeñan en la integración de las comunidades africanas en Argentina se reunieron en la Cancillería Argentina de Buenos Aires. Ese evento suponía la presencia de representantes de la diplomacia africana y de la sociedad civil, motivados por la voluntad de compartir sus experiencias sobre la situación de las comunidades afros y africanas en Argentina, y con la firme intención de debatir sobre las futuras políticas más eficaces para guiar a África en la vía de su propio progreso.

No obstante, y a la imagen de la mayoría de las celebraciones organizadas artificialmente una vez por año, el “Día de África” es una construcción política que apunta a tranquilizar las consciencias, y su contenido fue tan superficial como su proclamación.

En efecto, ese día consagrado al segundo continente más poblado del mundo, tenía todos los aspectos del cóctel diplomático, y nada de un intercambio constructivo. En lugar del debate que había imaginado ingenuamente, hubo una breve intervención del Vicecanciller argentino, seguido por un discurso un poco más largo del Embajador del Angola. En cuanto a las demás personalidades presentes en el escenario, no se expresaron. Se contentaron con dar señales de consentimiento silencioso durante esa media hora de presentación, pero hasta los Power Points que solo mostraban imágenes de hombres políticos, paisajes y poblaciones de África, pudieron empañar el papel de figuras emblemáticas de estos funcionarios.

Para agregarle a la ceremonia una nota cultural, dos músicos con sus djembes intentaron contentar a esa audiencia “apagada” con ritmos africanos.
“Por fin”, llego la carrera al cóctel: por supuesto, el champaña, los vinos y los canapés, no faltaron durante dos largas horas.

Alejémonos de los hechos unos minutos. Imaginemos que ese tipo de encuentro sea abierto a un público más extenso. Imaginemos que hayan sido invitados ciudadanos argentinos ignorantes de la situación en África. ¿En qué medida ese día (mejor dicho, esas horas que con certeza costaron más de unos $ 15.000) modificaría su visión sobre el continente más pobre del planeta? ¿Qué aprenderían de ese desfile de convenciones? Pocas realidades propias a los países de África, seguramente. Ahora bien, ¿la primera misión del cuerpo diplomático no es precisamente la representación nacional?

Esas preguntas simples traducen la “desconexión” flagrante de las poblaciones africanas las más sencillas con sus representantes en el exterior. Ese tipo de eventos, según pienso, sólo son una oportunidad para comprobar la existencia de esa doble realidad. Una de las consecuencias más obvias de esta situación es la misma falta de representación diplomática en Argentina para numerosas comunidades africanas, abandonadas a la exclusión, al racismo, y a la injusticia e imposibilidad de defenderse frente a la impunidad del gobierno local. Además, eso explica el desarrollo importante de las asociaciones civiles, hacia las cuales se dirigen esas personas con carencias y dificultades extremas.

Entonces en Argentina, se les presenta a éstas asociaciones civiles un sinnúmero de problemáticas, para las cuales no cuentan con los recursos suficientes para solucionarlas. Se les otorga una ínfima o casi ninguna porción de los fondos nacionales dirigidos a la ayuda social. Y está demás decir, que mas allá de la falta de apoyo financiero, existen también fuertes obstáculos institucionales que van absolutamente en contra de la defensa de los derechos humanos.



Masha Dujmovic.
Estudiante francesa en Relaciones Internacionales y Sociología
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lunes, 22 de junio de 2009

Continúan los abusos en contra de vendedores ambulantes africanos y otros migrantes

La política del Gobierno de Macri sobre el espacio público, de prohibir las actividades callejeras de mera subsistencia como la venta ambulante y la prostitución, tiene como resultado que diariamente la policía, la fiscalía y la justicia de faltas de la ciudad controlan, identifican, requisan y detienen casi exclusivamente a personas migrantes latinoamericanas o africanas, o argentinas pobres, equiparables a estos grupos.

Contra esta política racista algunos vendedores ambulantes senegaleses presentaron en enero de este año un hábeas corpus, denunciando las humillaciones, arrestos, detenciones, procesamientos, “extravío” de documentación, secuestro de pertenencias, intimidación, uso abusivo de la fuerza, violación sistemática del derecho de defensa y de circulación que sufren en manos de la policía, la fiscalía y los órganos de control administrativo del Gobierno de la Ciudad.

El 10 de Junio se llevó a cabo ante el Tribunal Superior de la Ciudad una audiencia pública, en la que los vendedores presentaron su caso por primera vez en su idioma ante los jueces de la Ciudad. Allí, frente a 120 personas entre quienes se encontraban representantes del INADI, la Defensoría del Pueblo, el CELS, la Asociación de residentes Senegaleses, y otras organizaciones de derechos humanos, El Fiscal Luis Cevasco admitió que las actas contravencionales por artículo 83 constituyen aproximadamente el 60 % del trabajo del Ministerio Público de la Ciudad, y que salvo excepciones, estas actas se labran “en contra de personas excluidas”, y que “menos del 1 % de estas actas llega a audiencia”.

Las personas excluidas a las que se refirió Cevasco no eligen su actividad, la realizan porque se trata de las únicas alternativas que tienen para subsistir, ante la total falta de acceso al apoyo estatal y social. En estos casos la Constitución es tan clara que ni siquiera puede prohibirse robar si está en juego la subsistencia de una persona o su familia, es el caso del hurto famélico.

Sin embargo, desde enero han sido incesantes los reclamos recibidos en diversas organizaciones no gubernamentales y organismos publicos en contra de la policía y la fiscalía por abusos, detenciones arbitrarias, y actas contravencionales truchas, donde las afectadas denuncian además un trato diferencial: los procedimientos están dirigidos específicamente a personas negras o migrantes latinoamericanas, y no a otras personas que se encontraban realizando en la calle actividades comerciales manifiestamente prohibidas debido al gran porte de los puestos.

Lo que el código contravencional y el código de faltas prohiben es el lucro privado con un bien público, cuando una persona o una empresa montan un negocio usurpando el espacio público sin permiso y sin pagar por ello. Una persona que vende medias o baratijas o chancletas en un espacio apenas superior a un par de baldosas evidentemente no está haciendo un negocio. Sin embargo, la policía, la fiscalía y la justicia de faltas utilizan estas leyes para justificar su acoso a las personas pobres que sobreviven sólo de actividades en la calle. El año pasado el fiscal general de la Ciudad derogó una norma que ordenaba a los fiscales contratar un traductor para el caso de actas contra personas que no hablan español, y aprobó otra que ordena a la policía intervenir en caso de sospechar que puede estar por cometerse una contravención. En otras palabras, dio a la policía, la fiscalía y la justicia de faltas vía libre para actuar en base a criterios racistas, que están implícitos en las políticas, cosa que puede verse por su resultado.

Según las propias estadísticas del ministerio público para 2007, del total de personas imputadas en la Ciudad por contravención del art. 83, el 40 % son migrantes de América latina (especialmente Perú, Paraguay y Bolivia) y África (especialmente de Senegal), contra un 37 % de personas argentinas. El 100 % de las actas contravencionales labradas contra personas de Senegal son por art. 83[1]. Durante 2007 se imputó a 19 personas Senegalesas. Por el mismo artículo, mismo año, misma fuente, se imputó al 64% de las personas bolivianas acusadas de contraventoras, al 62% de las contraventoras chilenas, al 75% de las paraguayas, y al 61 % de las peruanas. De acuerdo a la misma fuente y por el mismo año, las personas dominicanas imputadas por el sistema contravencional lo son en un 100 % por el artículo 81 (oferta de sexo en la vía pública). Esta es la única comunidad imputada en más del 50% por dicho artículo.

Asimismo, es destacable que la mayor parte de los casos de art 83 -y 81- ingresan por acta, lo que indica intervención policial. Sin embargo, como dijimos, estos casos no evolucionan hasta el juicio. ¿Que pasa con ellos? se archivan, o bien pasan a faltas, por art 4.1.2 u otro (aunque en 2007 sólo hubo 7 faltas por este artículo según el MPF). El hecho que haya un gran grupo de personas migrantes pobres y de grupos vulnerables que tienen que interactuar con la policía cotidianamente indica un uso excesivo de la fuerza contrario a principios constitucionales que el Ministerio público y la policía deben respetar

Además, el Fiscal Cevasco admitió públicamente que no tienen desde el Ministerio público ningún control sobre las actividades policiales. Que la policía no informa a la fiscalía antes de labrar actas contravencionales y que las envían incluso días después de haber realizado los procedimientos. El Plan nacional contra la Discriminación, junto con diversos instrumentos de Derechos Humanos que forman parte de nuestras leyes, reconocen que las personas migrantes latinoamericanas, africanas, o las argentinas pobres son especialmente vulnerables a la violencia policial y al racismo institucional. Sostener prácticas que exponen cotidianamente a estos grupos vulnerables directamente a las instituciones que las violentan, como la aplicación del código contravencional y de faltas que hacen la policía, la fiscalía y el gobierno, es un hecho tan aberrante como haber dejado en libertad al cura grassi.

En este caso es nuevamente la Justicia, el tribunal Superior de la Ciudad, quien antes de mediados de Julio tiene la oportunidad de condenar las prácticas racistas, contribuyendo a erradicar su impunidad y revocando los privilegios de la fiscalía, la policía y el gobierno. Desde que se realizó la audiencia recibimos información sobre por lo menos cuatro intervenciones policiales que afectan a unas 20 personas africanas, en diferentes zonas de la ciudad. Además, recibimos denuncias de acoso policial a personas bolivianas, paraguayas y argentinas que viven del dinero que pueden juntar de actividades lícitas en la vía pública.


Colectivo para la Diversidad - COPADI
Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad e Integración - IARPIDI

miércoles, 17 de junio de 2009

TODOS SOMOS NEGROS - Convocatoria

Por muchosmundos // 04 de junio de 2009
“Todos los ciudadanos, de aquí en adelante, serán conocidos por la denominación genérica de negros”.

Artículo 14, Constitución Haitiana de 1805.

En medio de los festejos previstos en torno al Bicentenario de las revoluciones independistas americanas de 1810, es llamativa la omisión de la revolución haitiana de 1804, la primera, la más radical y la más inesperada de todas ellas. Allí fueron los ex esclavos de origen africano –es decir la clase dominada por excelencia, y no las nuevas elites “burguesas” de composición europea blanca- los que tomaron el poder para fundar una república llamada, justamente, negra. Negra y a la vez con nombre indígena, ya que Hayti es el viejo nombre taíno de la isla.

Haití, hasta entonces llamada Saint Domingue, era por lejos la más rica colonia francesa en el Caribe. Una sociedad plantadora y esclavista productora de azúcar y café, con medio millón de esclavos, que proporcionaba más de la tercera parte de los ingresos franceses.

La Constitución de Haití fue promulgada sobre los borradores redactados en 1801 por el liberto Toussaint Louverture, muerto en la cárcel napoleónica, quien había encabezado la revuelta antiesclavista desde 1791. A diferencia de lo que sucederá con otras independencias americanas, hay en este silenciado caso, que costó 200.000 vidas, una radical discontinuidad (jurídica, sin duda, pero también y sobre todo, étnico-cultural) respecto de la situación colonial.

El ideario de igualdad de la Revolución Francesa es llevado más allá de ella misma, que terminó pretendiendo impedir la abolición de la esclavitud en Haití. Los esclavos haitianos se enteraron muy pronto de que en la noción de “universalidad” proclamada por los Derechos Universales del Hombre y del Ciudadano, no tenía lugar su “particularidad” .

La radicalidad filosófica inédita de la generalizació n arbitraria “ahora todos somos negros”, incluyendo explícitamente a las mujeres blancas, los polacos y los alemanes (sic), deja claro que para los revolucionarios haitianos negro es una denominación política y no biológica, que des-construye la falacia racista y aspira a un nuevo universal desde la generalizació n del particular (más) excluido.[1]

Convocamos a retomar la proclama haitiana e instalarla en la calle y en los debates públicos, no sólo para llamar la atención sobre la historia silenciada de esta revolución negra de 1804 ante los homenajes del Bicentenario criollo, sino además por la carga disruptiva que aún porta intacta la idea de que todos y todas podamos definirnos como negros, en medio de la creciente intolerancia en que vivimos. Carteles, afiches, autoadhesivos, volantes, graffiti, avisos en publicaciones y cualquier otro medio puede redundar en extender esta campaña anónima y colectiva por toda América Latina y el resto del mundo.


[1] En base al texto de Eduardo Grüner, “A partir de hoy somos todos negros”, inédito, 2009.

+++ Muchosmundos comparte esta convocatoria que nos enviaron, e invita a compartirla. .. +++
muchosmundos- owner@lists. riseup.net
franco ingrassia
(francoingrassia@ gmail.com)

http://www.wokitoki .org/wk/207/ todos-somos- negros-convocato ria

lunes, 15 de junio de 2009

Audiencia judicial por apremios contra africanos

La polémica por la venta ambulante en las calles de la ciudad llegó al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) porteño, la máxima instancia judicial local, a causa de los apremios ilegales sufridos por tres de los 3.500 refugiados africanos que viven en Buenos Aires.

A mediodía del último miércoles, cerca de doscientas personas asistieron a la audiencia pública convocada por el máximo tribunal para analizar la legalidad de las reglas y prácticas de la Policía Federal, los fiscales y el Poder Judicial. Se trata, específicamente, de humillaciones, arrestos, procesamientos, “extravío” de documentación, secuestro de pertenencias, intimidación, uso abusivo de la fuerza, violación sistemática del derecho de defensa y de circulación, denunciadas en enero de este año por vendedores ambulantes provenientes de la República de Senegal, la comunidad africana más grande de las que se han radicado en el país durante los últimos años.

El caso comenzó en enero, cuando los senegaleses Ibrahima Mbaye, Bara Sakho y Serigne Lam, patrocinados por el Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad e Integración (Iarpidi) y el Colectivo para la Diversidad (Copadi), denunciaron los maltratos a los que eran sometidos a diario por la Policía Federal y por el Ministerio Público Fiscal porteño cuando querían trabajar como vendedores ambulantes por las calles de la ciudad.

Tras cosechar fallos negativos en primera y segunda instancia, el TSJ convocó a la audiencia pública para decidir si acepta el caso. El fiscal adjunto de la ciudad Luis Cevasco rechazó las acusaciones sobre prácticas racistas en el ámbito del Poder Judicial de la ciudad y le echó toda la culpa a la Policía Federal.

Los denunciantes ahora temen que la fuerza multiplique las represalias contra ellos y consideraron la respuesta de Cevasco “como una humillación propia de un ciego que no quiere ver lo que pasa a diario en las calles porteñas”. En los próximos días, el TSJ dará su veredicto.

Fuente:http://www.criticadigital.com.ar/impresa/index.php?secc=nota&nid=25918

Debate sobre el Racismo al Tribunal Superior de Justicia de Buenso Aires

El día 10 de junio del corriente, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires integrado por los jueces Dr. Luis F. Lozano, Dra. Ana María Conde, Dr. Julio B. J. Maier, Dr. José Osvaldo Casás y Dra. Alicia E. C. Ruiz en una audiencia pública escuchó el recurso de Queja interpuesto ante esta Institución por los abogadas/os defensores de los amparistas vendedores ambulantes, todos de nacionalidad senegalesa.

En el ejercicio de su trabajo como vendedores ambulantes, los señores amparistas fueron y siguen siendo víctimas de acosos y prácticas racistas por parte integrantes de la PFA y del Ministerio Público Fiscal desde hace tiempo. En el mes de enero, tras el incidente mediante el cual uno de los amparistas se vio privado de sus mercaderías, pasaporte y libertad, se iniciaron una serie de acciones judiciales cuyas resoluciones por parte del Tribunal de primera instancia y la Cámara de apelación no fueron a favor de los amparistas. Las acciones se iniciaron con siguiente orden: primero el habeas corpus, luego el recurso de apelación, luego el recurso de inconstitucionalidad, y luego el recurso de queja.

Después de la resolución negativa respecto al Recurso de Apelación, y considerando la continuidad de los acosos policiales y prácticas racistas respecto no solo a los tres amparistas sino a todos los africanos con mismo oficio; la violación de sus derechos humanos y la necesidad de brindarles la protección que deberían gozar como seres humanos iguales que cualquier otro vendedor ambulante, se había tomado la resolución de interponer el Recurso de Inconstitucionalidad del accionar del Policía y del Ministerio Público Fiscal ante el Tribunal Superior de Justicia de la Cuidad Autónoma de Buenos Aires. Lamentablemente, la misma Cámara de apelación que había convalidado la resolución del Tribunal de Primera Instancia consideró inadmisible dicho recurso. Frente a esta situación los patrocinadores de de los amparistas tuvieron que recurrir a otra herramienta, “El Recurso de Queja”.

Luego de interponer este Recurso, los abogados solicitaron una audiencia para que los amparistas pudieran expresar sus inquietudes a los Jueces, esta vez debiendo ser asistidos por un intérprete en Wolof. Dicha solicitud de audiencia fue exitosa y esto tuvo lugar 10 de junio del corriente.

La audiencia se desarrolló con absoluta normalidad y serenidad. Los atores fueron asistidos por un interprete en Wolof y representados por la Dr. Malena Derdoy y el Dr. Pedro Biscay (integrantes de CoPaDi), quienes en sus intervenciones demostraron el accionar racista, xenófoba y arbitraria de la Policía Federal y el Ministerio Público Fiscal. Los actores expusieron las distintas actuaciones que también deben, sin lugar a duda calificarse como acosos policiales, prácticas racistas y xenófobas.

Por su lado, el Representante del Ministerio Público Fiscal en su defensa, rechazó toda acusación racista hacía esta Institución, pero sí recalcó que el Ministerio que él representaba no tenía control sobre la Policía. También aclaró que, en relación a lo expresado por los amparistas, la policía comete delitos y que estos delitos deben ser denunciados. Es en este contexto el Dr. Maier en su intervención comentó que si veía un delito, era trabajo del fiscal denunciarlo, y no el suyo.

A continuación, sobresalió una contradicción muy fuerte en la defensa del Ministerio Público Fiscal cuando dijo que respecto a los procedimientos, la Policía actuaba con absoluta independencia, y que el Ministerio se enteraba de la situación después de que la Policía haya terminado el procedimiento; cuando en la audiencia de enero al Tribunal de Primera Instancia, la Representante de la misma Institución había confirmado lo contrario. Es decir que antes de seguir con el procedimiento, la Policía solicitaba la autorización del Ministerio Público Fiscal. ¿Quien de los dos tendrá razón?

La audiencia se cerró con la lectura y la firma del acta por parte los amparistas, la Defensa y el Ministerio Público Fiscal.

En conclusión, independientemente de la resolución que tome el Tribunal Superior de Justicia, es importante resaltar el paso que se ha logrado, es decir instalar el debate sobre el racismo al nivel más alto del Poder Judicial de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Pero, lo crucial e imperativo sigue siendo que el Tribunal considere inconstitucional los artículos del Código Contravenciónal y de Falta que habilitan y validan tal accionar por parte de la Policía y del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Por Nengumbi Celestin Sukama
Presidente
IARPIDI
iarpidi@gmail.com

viernes, 12 de junio de 2009

Argentina celebra el día de África



El día Lunes 25 de Mayo se celebra a nivel mundial el Día de África, en nuestro país se dio conmemoración a este día el Viernes 22 de Mayo, ya que el 25 se superpone con una fecha patria.
La celebración tuvo lugar en la Cancillería Argentina, donde fueron invitados embajadores y personal de distintos organismos nacionales que trabajan con relación a la temática afro.
Sin embargo, y a pesar de las expectativas que muchos académicos y activistas teníamos de escuchar algún plan de acción con respecto a la política argentina y los gobiernos africanos, o algún tema alusivo a la situación africana, esto nunca sucedió.

La cita tuvo lugar en el auditorio del ISEN (Instituto del Servicio Exterior de la Nación), a las 12.30 AM, había una mesa dispuesta en el escenario del mismo con los embajadores de la República de Angola y la República Democrática del Congo y las banderas correspondientes a varios países del continente. También se montó una pantalla que mostraba en Power Point imágenes de distintos países africanos.
Comenzó el acto el vicecanciller Victorio Taccetti en representación del Canciller Argentino Jorge Taiana, quién hizo alusión a ciertos acuerdos bilaterales que se están firmando entre Argentina y el África Subsahariana en el marco del Proyecto de Cooperación Sur-Sur, sin embargo no mencionó nada en concreto y solo se trataban de medidas económicas, siendo que este proyecto también propone el intercambio cultural.
A continuación dijo unas palabras el embajador de Angola, siempre en “Portuñol”, agradeciendo los avances en la relación con el gobierno Argentino.
Acto seguido, dos hombres con tambores – uno blanco y otro negro – con ropas tradicionales, nos brindaron un toque de tambor, para; finalizado este, pasar al cocktail.

En el salón contiguo se dispusieron de mesas con canapés y varios mozos repartieron Champagne y vino. Fue un ámbito propicio para el saludo entre embajadores, desfile de vestidos tradicionales africanos y apretones de manos formales para fotografías.
La impresión de este show fue que África, mas allá del color de las personas presentes, brilló por su ausencia.

El día de África es una fecha simbólica en la cual se conmemora la creación, en 1963 en Addis Abeba, Etiopía, de la Organización de la Unidad Africana (OUA), a la que sucedió en 2002 la Unión Africana. También suele recordarse y celebrarse las independencias de distintos países de África que tuvieron lugar en la década de 1960, es una fecha donde se recuerda la lucha de este continente, y la difícil situación en que ha quedado tras una historia de esclavitud y colonización, y que aún hoy se encuentra sumido en la pobreza y el subdesarrollo por el neocolonialismo del que es presa, y de sus malos gobiernos que trabajan para sus bolsillos y no para sus pueblos.

Sin embargo, ni la riqueza cultural, mineral, ambiental, natural, intelectual o sus sabidurías ancestrales estuvieron presentes, así como tampoco la problemática de la pobreza, analfabetismo y guerras que sufren ciertos países, el lento proceso de urbanización, el Sida ni la problemática del subdesarrollo. Todas ellas brillaron por su ausencia en este evento.

Ni políticas explícitas de cooperación, ni palabras para los africanos y afrodescendientes que viven en nuestro país, solo champagne y canapés estuvieron presentes en las bocas de los invitados y organizadores.
Y no solo el evento no estuvo a la altura de las circunstancias, sino que, al menos hasta donde llega mi conocimiento, no hubo ningún otro evento oficial ni extraoficial que recordara este día, en consonancia con la invisibilización que el África y sus descendientes tienen en nuestro país.

Lic. Gisele Kleidermacher
Socióloga

martes, 9 de junio de 2009

Política pública después de la abolición - Exposición de la Lic. Alejandra Vallespir


Retomemos una “historia negra”

Muchas de las frases que hoy habitan nuestro lenguaje cotidiano, connotan racismo, herencia de un pasado que se construyó sobre el imaginario de que “en la Argentina no hay negros”. Tales frases son repetidas incesantemente sin siquiera atender al contenido de lo enunciado, así por ejemplo se dice habitualmente: tuvo un día negro, trabajé como un negro, tiene un humor de negros, hay una mano negra, fulano de tal es un negrero. Es evidente que el término “negro” tiene aquí la carga de lo negativo, de lo que no debió haber sucedido pero sucedió.

Este modelo de Argentinidad sin negros y de lo negro como lo negativo, llega hasta nosotros a través de los actos escolares. En los actos escolares que se realizan en las fechas patrias, solemos ver a los niños representar el papel de los vendedores ambulantes que en los tiempos coloniales pregonaban por la calle la venta de empanadas, agua, pastelitos, etc. Así la imagen del “negrito” vendedor ambulante es una imagen simpática, que se vuelve más simpática aún cuando es representada por un nene de 6 años que despierta hasta cierta ternura al verlo actuar.

De esta manera, la imagen de “los negritos de la Colonia” con los que crecen nuestros chicos es la de que aquí, los negros vivían bien. Acaso no se los está representando como vendedores ambulantes? Nada de azotes para los negritos de la Colonia del Rio de la Plata, nada de castigos ni barcos de galeras. Al contrario, el imaginario reproducido es el de la “negrita” que le dice a la niña de la casa “amita, se va a poner el peinetón?”. Y gentil y dulcemente la “niña” (blanca, por supuesto, criolla descendiente de españoles, por supuesto) contesta que si, y la “negrita” la ayuda a vestirse. Y luego, el acto escolar cierra recordándonos a todos que la Asamblea de 1813 dictó la abolición de vientres, medida que hoy, en un castellano moderno llamaríamos “progresista”. Es necesario recordar que en 1813 los hijos de esclavos, dejaron de compartir el destino de sus padres: la esclavitud

Es una imagen de dulzura, de parternalismo, de ternura… completamente falsa. Tras estas representaciones escolares se oculta una terrible verdad. Los negros en la Colonia fueron tan negros como en cualquier lado, fueron tan maltratados, tan esclavizados y tan vapuleados como en cualquier lado.

En el Rio de la Plata, el comercio esclavo se inscribía como “piezas de comercio”. Ingresaron al puerto tantas “piezas de comercio”, es decir tantos esclavos.

Muy pocos saben que cuando los conquistadores y la Iglesia Católica llegan al territorio americano y encuentran a los pueblos originarios, se desata un debate sobre si los indígenas tenían alma o no. La conclusión a la que llega la Iglesia Católica es la siguiente:

Es claro que el color de la piel indica si sobre esa persona sopló el Espíritu Santo o no. Así, por supuesto, sobre quien más cerca sopló el Espíritu fue sobre el blanco conquistador, luego le seguían los indios, por lo que tenían alma, pero lo desconocían, por eso había que evangelizarlos y por eso no se los podía comercializar. Es igual de claro, entonces que sobre los negros el Espíritu Santo no sopló, sino no serían negros. Por lo tanto no tenían alma, ergo se los podía vender y comprar como piezas de comercio.

Así, en la escala social los pueblos originarios estaban por encima de los negros, pero en materia económica, estaban por debajo de ellos. Que un negro pudiera comprarse y venderse, implicaba una inversión. La muerte de un esclavo era pérdida de dinero. Que un indígena se muriera no importaba porque era libre, por lo tanto nadie invertía en él, de forma tal que simplemente se lo reemplazaba por otro indígena sin que nadie perdiera dinero. Este es el motivo por el cual, en el Rio de La Plata, los negros no fueron a las minas y los indígenas sí. Los negros no extrajeron el oro del Alto Perú, y los indígenas sí. El trabajo de servidumbre que hacían los negros en el Rio de La Plata no se debió a un gesto humanitario como hoy falsamente muestra la historia escolarizada, sino que se debió fundamentalmente a la decisión de proteger la inversión realizada en la compra – venta de esclavos.

Todos tenemos al tango como música porteña, pero también al candombe. Sin embargo el candombe es una música de raíz afro. Como llegó a ser el candombe parte de la música porteña si en “Argentina no hay negros”? Qué pasó con aquellos negros aguateros? Es que acaso no tuvieron descendencia?. No. En una misma maniobra se eliminó a la población negra y se ganó la independencia. Bajo la promesa de que al volver de las luchas por la independencia, obtendrían su libertad, se envió a los negros a las batallas. Se los mandó como batallón de choque, se los mandó en la primera fila. Se los mandó para atajar los primeros fuegos, se los mandó como escudo de los blancos. Así, se obtuvo la independencia, y también el exterminio negro. A partir de ahí, la Argentina sería el país blanco que lideraba su ideario. Eso si, nos quedamos con el candombe y con nuestros niños blancos, haciendo de negritos simpáticos en todas las escuelas argentinas, que hasta el día de hoy siguen difundiendo la mentira


Lic. Alejandra Vallespir
Socióloga

Audiencia pública este miércoles 10 de junio a las 12 horas

EL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES DISCUTE PÚBLICAMENTE SOBRE RACISMO EN LA POLICÍA Y LA JUSTICIA

Este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires analizará en una audiencia pública la legalidad de las reglas y prácticas de la policía, la fiscalía y el poder judicial; específicamente sobre humillaciones, arrestos, procesamientos, “extravío” de documentación, secuestro de pertenencias, intimidación, uso abusivo de la fuerza, violación sistemática del derecho de defensa y de circulación, denunciadas en enero de este año por vendedores ambulantes senegaleses con el apoyo del Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad e Integración (IARPIDI) y el Colectivo para la Diversidad (CoPaDi)

Están informados el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Fundación Comisión Católica Argentina, la Defensora del Pueblo de la Ciudad Alicia Pierini, La Directora del Instituto Nacional contra la Discriminación María José Lubertino, el Movimiento Afrocultural, la Central de Trabajadores Argentina, Servicio Ecuménico de Apoyo a Migrantes y Refugiados, Madres de Constitución, entre otros organismos de derechos humanos y que luchan contra el racismo.

Un informe del Banco Mundial de 2006 confirma que las personas negras y afrodescendientes que viven en ciudades argentinas subsiste apenas sobre la línea de pobreza. En similar situación se encuentran las comunidades paraguaya, peruana, boliviana, dominicana y senegalesa en nuestro país. Aquí, el 90 % de las y los africanos sobrevive gracias a ingresos de la venta ambulante. “Somos pobres y negras. Sobrevivimos gracias a diversas actividades que realizamos en la calle. No tenemos acceso a ninguna otra cosa. Sobrevivir del choripan, pulseritas y aritos, chipa chipa, chancletas o incluso la propia prostitución no autoriza a la policía y la fiscalía a pararnos, interrogarnos, identificarnos y requisarnos prácticamente todos los días, por épocas más de una vez por día. Prohibir las actividades de subsistencia que realizamos pone en marcha un mecanismo cruel y eficiente de violencia racista: la fantasía de confirmar, de un simple plumazo, que todos los negros, todos los pobres, somos delincuentes, y así justificar legalmente los atropellos.”, expresó una vendedora, que no da su nombre para protección personal.

El Centro de Estudios Legales y Sociales, que ya ha cuestionado en otras ocasiones las políticas de la Policía y la Fiscalía de la Ciudad endurecidas por el Macrismo, presentó un escrito de amicus curiae ante el Tribunal apoyando las denuncias. Malena Derdoy, abogada de CoPaDi y una de las patrocinantes del caso, expresó que “Argentina apenas maquilla la verdadera función que asigna a la policía y la justicia: el hostigamiento, persecución, despojo y confinamiento de las personas siempre negras, siempre pobres, siempre vulnerables, a quienes nos señala como delincuentes, sospechosas preferenciales de cualquier actividad criminal. Convocamos a la sociedad a posicionarse sobre una realidad urgente, denunciamos el silencio y el olvido que intentan imponer a la profunda brecha que existe entre los derechos garantizados en la Constitución y la dura realidad en que vivimos”.


Más información:
Lorena Pujó
Colectivo Para la Diversidad
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