Entrevista Nengumbi con Paul Byrne

Buenos Aires, Argentina Diciembre 2009

sábado, 20 de julio de 2013

DISTINTOS TERRITORIOS

Por: Youby Jean Baptiste
Presidente
Instituto de Presencia Afroamericana


INTRODUCCION

Esta tarde nos reunimos en el ICA para reflexionar acerca de la tierra entendida como territorio que está configurado por espacios físico, cultural y social. Territorio que produce identidades y por lo tanto construido por una diversidad que lo visibiliza. ¿El territorio se construye? Pienso que si porque no es mero espacio físico ya que está constituido por distintas maneras de vivir y de relacionarse socialmente, pero sus constructores no son solo el hombre y la sociedad sino también la acción de la naturaleza manifestada en sus ríos, montañas, llanuras, plantas y animales. El antropocentrismo en el que nos ha formado el sistema educativo vigente nos obliga a valorar solo el protagonismo humano sesgando la mirada y produciendo una apreciación injusta. Sé que los pueblos originarios siguen proponiendo actualmente una equilibrada comunicación que tiene en cuenta las voces de los ríos, de los vientos, y entre tantas voces también las humanas.

Después de esta aclaración pido permiso para que escuchen mi voz: Soy Youby y hablo en mi territorio y a mi gente que son ustedes y creo que al decir esto los estoy confundiendo ya que muchos en esta reunión a causa de mi negritud me relacionaran territorialmente al África y a mis hermanos afrodescendientes pero hay una historia de cinco siglos que no podemos obviar y que cada pueblo o comunidad la vivió desde sus experiencias. Cuando hablo de territorio debo referirme de manera genérica por lo menos a 3 territorios: el negado, el impuesto y el nuestro.

EL TERRITORIO NEGADO

Cuando me refiero al territorio negado es aquel que quedó ajeno a mi vida. Aquel territorio entre tantos en África que me fue negado. La causa principal de aquel despojo se llama esclavitud, otros pueden ponerle otros nombres como por ejemplo avaricia europea, pero siempre estarán relacionados con el comercio esclavista o negrero. Un día trágico unos hombres blancos llegaron a mi comunidad negra y secuestraron a mis antepasados, los embarcaron y los trasladaron a América. Esa migración obligada no fue por nuestra voluntad, fue por cacería humana realizada por los europeos o por traición de nuestras autoridades. Por eso cuando hablo de territorio negado no me refiero a que yo lo niego, sino que me fue negado por otros.

Seguramente mis antepasados vivían felices en su territorio el que ellos construyeron y el que los construyó a ellos. Escuché decir en el ICA que el hombre es parte de la tierra, no es su dueño, es parte de ella. Ese día trágico le robaron a ese territorio africano parte de sus hijos. Leí que esos hermanos secuestrados venían hacinados en esos barcos, venían encadenados, enjaulados, desesperados y desconcertados. Leí que algunos se arrojaban al mar deseosos de volver a su pueblo. Muchos morían en la travesía. Mis tatarabuelos sobrevivieron, vaya a saber que barco los trajo y en qué lugar de América desembarcaron, vaya a saber cómo llegaron ellos o sus hijos o sus nietos a Haití. Definitivamente atrás quedaba el territorio negado.

EL TERRITORIO IMPUESTO

Ante los ojos de mis antepasados estaba el territorio impuesto, la América colonial, el centro más fuerte del comercio esclavista. Para ellos era un espacio extraño asociado totalmente a su condición de esclavo. Un esclavo no pertenece al territorio aunque viva en él porque la tierra no tiene esclavos, tiene hijos. El afrodescendiente en América a medida que se relacionaba afectivamente con la tierra iba logrando su liberación y también su condición filial con el terruño. No fue un decreto de Lincoln ni de ningún senado o presidente el que logró la liberación del negro, sino las luchas de estos y esa relación de pertenencia con el territorio.

En el territorio impuesto no vivía la comunidad de origen, estaban prohibidas las lenguas maternas y reprimidas las espiritualidades africanas. Tanto el opresor europeo como los originarios oprimidos tenían maneras de comunicarse y creencias distintas a las nuestras. Los ríos, las montañas y los animales tenían voces diferentes a las que tenían en África. La incomunicación consolidaba el territorio extraño y viceversa.
En la esclavitud murió gran cantidad de hermanos negros entre los que se encontraban seguramente algunos antepasados míos pero mis bisabuelos sobrevivieron por eso en esta reunión pueden escuchar la voz de Youby. Con el tiempo la cercanía madre-hijos de la tierra con el negro se fue dando. Esa relación nunca fue sentida por el conquistador que se sentía hijo de España, de Portugal, de Francia, de Inglaterra, de Holanda. Hasta que la tierra de América se cansó y los expulsó…y nosotros nos quedamos.

EL TERRITORIO NUESTRO

Ya no sentíamos la imposición de un territorio y necesitábamos luchar por este espacio al que pertenecemos. No somos extraños a esta tierra y debemos luchar por ella porque hay quienes actualmente quieren despojarnos un territorio e imponernos otro. Lo del territorio negado (despojado) y territorio impuesto no es una exclusiva del negro. Cualquiera de ustedes que provienen de algún sector popular tiene en su vida ese territorio negado y ese territorio impuesto. Ser consciente de esto ayuda a discernir y colabora con la defensa del territorio propio. No debemos aceptar ni despojo ni imposiciones.

El respeto por la diversidad es la esperanza de los sectores populares. Las hegemonías prefieren lo homogéneo. Personalmente vengo de lo popular: parte del África me viene de manera ancestral e influye en mi manera de vivir y de pensar, pero toda América del Sur hace lo que soy y mucho de lo que vivo y pienso lo aprendí de los hermanos aborígenes y del trabajador que vive de su trabajo. No conozco, ni tengo posibilidad de conocer, ni ganas tampoco, la voz de los poderosos, pero si reconozco la voz de mi pueblo en Haití y la voz de este barrio cordobés y obrero. Reconozco las voces de ustedes.

El territorio nuestro está configurado principalmente por los pueblos originarios, por los afrodescendientes, por los sectores populares descendientes de la inmigración europea y por todos aquellos nacidos desde las inter relaciones de estos 500 años. Un territorio conformado por varias identidades, por varias maneras de comunicarse pero que reconocen las voces que se expresan.

Las identidades son sólidas en la medida que se relacionen afectivamente con la tierra. Nuestras altas burguesías, llenas de intereses personales, siguen aferradas al concepto de propiedad privada, por eso no sienten la maternidad de la tierra sino el patrimonio que ella representa; pertenecen a otro territorio. Sentirse hijos de la misma madre eso se llama fraternidad, por eso yo negro me siento hermano de ustedes y sé que este territorio es nuestro.

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