El día 5 de diciembre de 2011 a las 18hs en la Casa Patria Grande Presidente Néstor Kirchner tuvo lugar la publicación del libro trabajo y Cultura Afro en la Argentina. El libro es la compilación de todas las ponencias de la Jornada Trabajo y Cultura afro en la Argentina realizada el día 15 de marzo de 2011 en la Facultad de Filosofía y Letra de la UBA. La ceremonia contó con la participación del Dr. Álvaro D. Ruiz, Subsecretario de Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Dr. Héctor Hugo Trinchero, decano de la facultad de filosofía y letra de la UBA, Pablo Vila, Presidente de la Casa Patria Grande, la Sra. María Elena Lamadrid, Presidenta de la asociación Misibamba y el Sr. Nengumbi Celestin Sukama, Presidente del Instituto Argentino para la igualdad Diversidad e Integración. Por cuestión de agenda, el Ministro Carlos Tomada se sumó a la ceremonia más tarde.
A continuación se encuentra la ponencia de Nengumbi
Bueno, muchas gracias. Buenas tardes a todos. ¿Me escuchan bien?
Ok.
En primer lugar celebro la iniciativa del Ministerio de Trabajo, bajo la conducción del Dr. Ruiz, en querer implementar esta Jornada donde estamos hablando del trabajo y de la cultura afro en el contexto geográfico de la Argentina. Bueno, vamos a abordar esta temática y lo vamos a relacionar con la situación de vulnerabilidad en el ámbito del trabajo y la alienación del trabajo esclavo y la precariedad laboral de los integrantes de la comunidad afro, porque se trata del trabajo y la cultura afro en la Argentina.
Es un poco injusto abordar el tema de la comunidad afro en la Argentina y pasar por alto el tema de la esclavitud y, haciendo un repaso, es un poco interesante tratar de entender lo que significa o lo que significó la esclavitud y cómo la esclavitud se adapta en nuestros tiempo, y ahí puede recurrir a un profesor norteamericano, Kevin Bales, quien escribió un libro donde él trata de documentar la esclavitud contemporánea. Kevin Bales escribió esto en 1999, donde el dice en ese contexto de la esclavitud contemporánea, que la gente es esclavizada por la violencia y detenida en contra de su voluntad con la finalidad de ser explotada. Entonces acá hay un problema de la privación de libertad por medio del uso de la violencia, y la gente está detenida con la finalidad de ser explotada. Entonces tenemos que partir de todos estos parámetros para evaluar si en la Argentina de hoy existe la esclavitud o no en el contexto laboral. Y hablar de afro en ese contexto de esclavitud, lo vamos a asociar con la situación de vulnerabilidad y de precariedad laboral de los integrantes de la comunidad afro.
Hablando de la vulnerabilidad, la podríamos definir como carácter de lo que es vulnerable, es decir lo que es susceptible de ser lastimado o herido, ya sea físicamente o moralmente. Pero la vulnerabilidad también puede ser cultural, social, económica y educativa, y es en ése contexto donde vamos a hacer una relación entre el trabajo y la cultura afro en la Argentina, la relación con la esclavitud y la situación en la que los africanos llevando a cabo fuerzas siendo esclavos, pudieron hacer esa relación, cuál sería el patrón de comportamiento en el campo laboral antes y actualmente. Y cuando uno está en una situación de vulnerabilidad esta persona tiene menos desarrolladas las actitudes para resistir a una fuerza que viene de afuera, por lo tanto está más expuesta a situaciones de riesgo. Eso es la situación de vulnerabilidad.
Respecto a la situación de precarización laboral, que es lo que puede llegar a considerarse como situación de precarización. La precarización laboral, se genera cuando se empieza a abordar la flexibilización laboral, donde se intentaba cambiar leyes que protegían a los trabajadores, esto sumado al contexto de globalización, donde los empleadores apuntaban más la generación de la ganancia que cuidar a los trabajadores. Y hay una definición clave que suelo repetirse en lo que es la economía, especialmente relación a las empresas tradicionalmente se suelen definir una empresa o micro-emprendimiento como la combinación de factores de producción para producir bienes y/o servicios, con la finalidad de generar ganancia. En esta combinación de factores de producción se considera que al ser humano como uno de los factores. Está el capital, está la mano de obra (recursos humanos), está el factor tecnológico, está el espacio, como para decir que en ese concepto el ser humano era un factor de producción y lo sigue siendo hasta el día de hoy, si el ser humano no interviene no hay producción ni de servicio ni de bien.
La vida del ser humano depende de la consumición de bienes y servicios. Y la situación de vulnerabilidad la gente está expuesta a menos condiciones adecuadas de trabajo y más expuesta a riesgos de trabajo. No están garantizadas las condiciones de higiene y seguridad en el lugar de trabajo, no están garantizados los salarios que le permitan vivir dignamente, no está garantizado el aspecto de la salud mental, porque a lo que se apunta es a la producción y la productividad. Haciendo esa relación entre esos tres parámetros: trabajo esclavo, la vulnerabilidad de los afros y la situación de precarización laboral en el contexto argentino, podemos decir que esos tres conceptos se entrelazan y se demuestra claramente que muchos de los integrantes de la comunidad afro en Argentina están en la situación de trabajo esclavo.
Volvemos a la historia argentina lamentablemente no podemos pasar por alto la actitud de los próceres de la patria que se llamaron “de la generación del 80’” que pensaron en una Argentina donde no debería existir negros en término de grupo étnico, si bien físicamente existían y eran muchos. Como no debería existir, se pasó por una política de aniquilación, de desaparición, de algún modo había que hacer desaparecerlos del espacio geográfico que hoy llamamos Argentina.
Entonces el trabajo en ese momento era un trabajo forzoso, como una de las metodologías para la desaparición, pero recurrieron a otros factores. A veces es muy complejo definir hoy que significaría el trabajo del esclavo. Si bien ya pasamos la época de la abolición de la esclavitud, eso no quiere decir que hoy no haya esclavitud. La esclavitud se fue adecuando a los tiempos cambiando de dinámica, pero la esclavitud sigue siendo vigente hoy como lo fue en el siglo XVI, XVII hasta su abolición oficial en contexto argentino, cuyo primer intento fue en 1813, con la abolición de la libertad de vientres, pero ni siquiera los niños que nacieron en el 13’ al 61’ pudieron gozar de esa libertad, porque la libertad en sí fue en 1853, pero se tuvo que esperar hasta 1861 para implementar concretamente la noción de la supuesta abolición de la esclavitud.
Si consideramos los hechos, la esclavitud sigue estando vigente. Por razones de tiempo no puedo extenderme, pero hay una definición actual del trabajo esclavo que se acoplaría a lo que se llama “trabajo forzoso” y la Organización Internacional del Trabajo dio como ocho categorías de esos trabajos, como las esclavitud y el trabajo forzoso en la agricultura, y todo lo que se descubrió en la Argentina en febrero, se descubrió respecto de los trabajadores del campo; eso es una situación de esclavitud laboral, nadie lo puede negar, porque se encuentra entre las definiciones de la Organización Internacional del Trabajo.
Ahora hablando de la cultura afro en Argentina no puedo extenderme ahí porque ya se vino hablando de esto y nadie puede negar la presencia de la cultura afro en la Argentina, sea en la música, en la comida, en la vestimenta, en la construcción, en la literatura porque los esclavizados afros, los afrodescendientes y africanos aportaron y siguen aportando muchos aspectos en la construcción de Argentina. Que se niegue la contribución de los esclavizados afro no quiere decir que no hayan construido, aportaron y aportaron mucho, y llegó el momento de reconocer sus aportes, debemos empezar a pensar más allá de la filosofía de los próceres de la generación del 80’ como Sarmiento, Juan Bautista Alberdi, José Ingenieros, que si hubiesen adoptado otra postura Argentina hoy sería otro país. Hoy no estaríamos debatiendo sobre el racismo, si existe en Argentina, serían una cuestiones que ya hubiesen sido superados.
Y en el siglo XXI donde estamos, Argentina experimenta una nueva corriente migratoria de africanos y afrodescendientes de otros países de América. Y esto le vuelve a dar visibilidad al grupo étnico llamado “negro”. Acá en la Argentina se empezó a ver muchos negros andando por las calles y la gente se pregunta “pero de dónde son?” y lamentablemente en esto se asocia incluso a los afroargentinos a esos extranjeros. Hay por ejemplo, la señora que está ahí Lamadrid, si sale por la calle le van a preguntar “de dónde sos?”, no dándose cuenta que son producto de la esclavitud y son sus abuelos los que nacieron acá, ellos nacieron mucho tiempo después, son afro argentinos, Se invisibilizó todo esto. Esta nueva corriente migratoria vuelve a poner en evidencia los patrones de discriminación racial, de racismo, donde se rechaza al negro, y este rechazo pasa por una series de códigos que terminan con los mismos resultados e impacto en la vida de los integrantes de la comunidad afro en Argentina: no hay educación formal, no hay trabajo decente, la atención en los hospitales es precaria, muchos de los profesionales los atienden con indignación, “no me gustaría tocarte pero bueno, me atrevo”, estos actos pasan y siguen pasando. A mí me pasó que querían tomar la presión y la enfermara no podía apretar bien el estetoscopio porque no quiere tocar una piel negra, apenas lo apoya, porque lleva en su mente esos patrones de comportamiento, pero no solamente esto. Debo aclarar en este contexto que no los profesionales son así.
El africano llega acá y debido a la negación por acceder a un empleo digno, estable, dignificante, como uno quiera llamarlo, se ve en la obligación de trabajar en la construcción porque es cultural que lo pesado, lo sucio, lo no dignificante es para el negro. Uno se acordará en la década de Menem había mucho negros trabajando en la construcción con un trato bastante discriminatorio y en busca de una otra alternativa de trabajo empezaron a vender en la calle. Bueno, sobreviven así pero trabajan largas horas, 14 horas, es otra forma de trabajo esclavo y no se limita ahí, la cuestión va más allá, se mete la Policía Federal y el Ministerio Público Fiscal, “eh muchacho, tu negro, no puedes vender, vete a tu país”. Entonces esto pone en evidencia lo que había existido antes, y es en este contexto donde la comunidad se está parando para reclamar lo que le corresponde en contextos de derechos humanos, que somos todos iguales, si un chino, un paraguayo, un argentino, un brasilero venden, yo también, por la misma lógica, teniendo dos pies, dos manos, una cabeza, dos orejas, tengo que vender, porque somos todos iguales, pero tuvimos que ir a la Justicia y celebramos algo que nunca había acontecido en el contexto argentino, donde después de trece rechazos, Tribunal de 1° Instancia, Cámara de Apelaciones, Tribunal Superior de Justicia, Cámara de Apelación, negación, negación y se vuelve al Tribunal Superior de Justicia, ahí sí alguien vio que se trataba de racismo y no dudó en resolver a favor a los amparistas y en el fallo dice lo siguiente: “Como anticipara en los apartados anteriores corresponde hacer lugar al recurso contra la sentencia dictada por la Sala I de la Cámara. Son fundados los agravios expuestos por los accionista y ha quedado demostrada la violación a la defensa en juicio, al debido proceso y la obligación de comunicación inmediata de los derechos que asisten a los denunciantes, como así también la arbitrariedad en la sentencia, en la anulación de la prueba y la discriminación de la que son víctimas miembros de la comunidad afro y muy especialmente la senegalesa en el ámbito del barrio de Constitución”:
Ganamos el caso. Si alguien quiere levantar la mesa de un africanos en la calle hoy, la respuesta es: acá está el fallo y tenemos el privilegio de con la presencia de la jueza.
Para ir cerrando, vuelvo a saludar la iniciativa del Ministerio de Trabajo por entremedio de su Secretario Ruiz, sólo que quisiera hacer referencia a un dicho argentino, que dice: “El que se quemó con la leche…” hace una sola cosa, ve la vaca y llora. Ahora en ése contexto lo que quiero decir es que esta Jornada que inicia una nueva etapa en la historia argentina sobre del reconocimiento de la existencia del racismo y la discriminación racial no sea una estrategia política para decir “ah, los negros están sentados con el Dr. Ruiz, con la Dra. Alicia, no hay racismo en la Argentina”, lo hay, pero estamos empezando a combatirlo hoy institucionalmente; y cómo la construcción del racismo en la Argentina fue el producto de una construcción política, social y cultural, la lucha contra el racismo debe seguir la misma lógica.
Para luchar contra el racismo deben meterse en esa lucha los políticos, contradiciendo la filosofía de otros próceres en la patria, es decir, de acá sería bueno que siguiéramos trabajando en Comisión formada por autoridades del Ministerio de Trabajo, integrantes de la Facultad de Derecho, Facultad de Filosofía, integrantes de las comunidades afro, para diseñar políticas nacionales de inserción e integración profesional y laboral de integrantes de la comunidad y llegar al fortalecimiento de las organizaciones afro. Esto recién hoy empieza. Así que es en ese contexto que no puedo cerrar mi charla sin agradecer a la Dra. Alicia Ruiz, que es la Jueza que vio que eso es discriminación racial y que los muchachos tenían razón, y acá la tenemos de nuestro lado como militante contra el racismo, militante contra la discriminación racial, militante contra la xenofobia hacia la comunidad afro.
Muchas gracias.
Sr. Nengumbi Celestin Sukama
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