Por: Nengumbi C. Sukama
HÉROES AFRODESCENDIENTES ARGENTINOS INVISIBILIZADOS
En el marco de la lucha por la visibilidad de los afros, la
valoración de sus aportes en Argentina y el reconocimiento y goce de sus
derechos, se llevará a cabo por el plazo de un año una muestra
itinerante llamada “Héroes Afrodescendientes Argentinos
Invisibilizados”. Dicha muestra ha sido realizada gracias a la
iniciativa del Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad e
Integración, con el patrocinio financiero de la Dirección de
Fortalecimiento de las Organizaciones de la Sociedad Civil perteneciente
al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y el auspicio de la
Embajada de la República Democrática del Congo en Argentina.
El presente proyecto consiste en visibilizar a la población
afrodescendiente de este país, reconstruyendo, de alguna manera, la
“narrativa histórica argentina”. De este modo, se revisa la historia
mostrando el rol activo que la población afrodescendiente tuvo en la
construcción de la Argentina como Nación y Estado.
Cuando hablamos de afrodescendientes argentinos hacemos referencia a
descendientes de afros esclavizados que vivieron y trabajaron en este
país, y cuyos descendientes siguen viviendo y participando en la
construcción de esta nación. Al nombrarlos, les damos entidad, ser, y
destruimos la idea común, o el mito, de que “en Argentina nunca hubo
negros” o “todos los negros desaparecieron”.
Se habla de héroes puesto que se pretende demostrar que ha habido, en
la construcción del país, muchos/as afrodescendientes argentinos/as que
participaron en las luchas independentistas, que formaban parte de los
ejércitos, que compartían una idea y un ideal de país con los demás
ciudadanos. En síntesis, que han sido parte de la historia del país, de
su transformación, y han actuado en la política, la prensa, la
literatura y la música, así como en otros aspectos de la vida social.
Esta muestra promueve y fomenta la construcción de una sociedad
igualitaria donde todos/as los/las ciudadanos/as tengan acceso
igualitario a los derechos fundamentales como seres humanos sin
distinción alguna, sea por motivo de raza, lugar de origen, religión,
situación socio-económica, orientación sexual, étnica u otro.
La muestra se inauguró el 29 de noviembre de 2013 y luego en 2014 recorrerá las quince comunas de la Ciudad de Buenos Aires.
Director general del proyecto: Nengumbi Celestin Sukama, Fundador de IARPIDI
Biografía de la artista plástica: Mirta Beatriz Toledo
Mirta Toledo nació en Buenos Aires. Es Licenciada en Pintura del IUNA
y egresó como Profesora de Pintura y Escultura de la Escuela Nacional
de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. En la Escuela Superior de Bellas
Artes Ernesto de la Cárcova se formó en escultura con el maestro Antonio
Pujía.
En Argentina recibió primeros premios en escultura otorgados por la
Fundación Givré, La Bolsa de Cereales, la galería Hoy en el Arte, la
Asociación Argentina de Artistas Plásticos y el Ministerio de Cultura y
Educación de la Nación, entre otros. Durante su estadía en Estados
Unidos, fue becada para realizar residencias por Coronado Studios en
Austin, así como Stone Metal Press y NALAC Leadership Institute de la
Asociación de Arte y Cultura Latina, ambos en San Antonio. Trabajó como
periodista cultural para el Fort Worth Star Telegram, curadora en La
Peña Latino Arts Organization y docente de artes visuales en la
fundación LUPE Arte.
Realizó muestras individuales en Argentina y Estados Unidos, y
participó en exposiciones colectivas en México, Brasil, Malasia, Grecia e
Italia.
La conciencia de la diversidad étnica y cultural en su propia familia
ha marcado su obra, ya que su padre, Toribio Toledo, era afro-guaraní y
su madre, Eva, es española. En 1993, la Editorial Vinciguerra publicó
su novela La Semilla Elemental, donde, en clave de icción, recrea la
saga de sus ancestros.
Desde 1993 sus trabajos, aglutinados en la serie Diversidad Pura,
celebran la diversidad cultural, religiosa, racial y sexual que hay en
el planeta, proponiéndo al espectador una visión alternativa a la
eurocéntrica. Diversidad Pura: Una búsqueda de la identidad, fue su tema
de conferencias en el Barnard College de Nueva York, la University of
North Carolina de Chapel Hill, la University of Maryland de College Park
y la Texas Women´s University de Denton, entre otras.
Durante sus veinte años de trayectoria en Estados Unidos, su obra
pictórica recibió reconocimiento de la crítica por su calidad y mensaje.
En 1998 obtuvo La Estrella Award a Mujeres Sobresalientes en Arte,
premio otorgado por el “Hispanic Women´s Network of Texas”.
“A través de mis obras”, subraya la artista, “quiero celebrar las
diferencias existentes entre los seres humanos, en contraposición a la
masiicación cultural que nos imponen los medios de comunicación
globalizados. La diversidad es uno de los tesoros de la humanidad”.
Bernardino Rivadavia – Primer Presidente de Argentina
Bernardino de la Trinidad González de Rivadavia y Rivadavia nació el
20 de mayo de 1780 en el seno de una familia con antepasados
africanos. Por eso uno de los motes despectivos con el que lo
llamaron sus opositores políticos fue el “Doctor Chocolate”. Sin
embargo, en el censo de Buenos Aires de 1810 fue rotulado como blanco.
Inició sus estudios en el Colegio de San Carlos en 1798
donde cursó Gramática, Filosofía y Teología, pero no se graduó
en ninguna de estas materias, abandonando los estudios en 1803.
En las Invasiones Inglesas actuó como teniente del Tercio de
Voluntarios de Galicia. En 1808 Santiago de Liniers lo nombró alférez
real pero este nombramiento fue rechazado por el Cabildo. El 14 de
diciembre de 1809 se casó, con Juana del Pino, hija del ex virrey del
Río de la Plata, Joaquín del Pino. Tuvieron cuatro hijos, tres varones y
una niña que falleció a los cuatro años de edad.
Entre 1820 y 1824 fue Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores
de la provincia de Buenos Aires durante el gobierno del general Martín
Rodríguez. Rivadavia fue el primer argentino electo como
presidente de una República nueva e independiente, llamada en esa
época Provincias Unidas del Río de la Plata. Su mandato se extendió
desde el 8 de febrero de 1826 hasta el 7 de julio de 1827, cuando
renunció y se retiró definitivamente de la vida pública. La sanción de
la Constitución Argentina de 1826, de fuerte contenido unitario,
rechazada por las provincias y su propio repudio al “tratado
deshonroso” preliminar de paz con el Imperio del Brasil para finalizar
la guerra, fueron las causas motivadoras de su renuncia.
Inmediatamente después se retiró a España, en donde murió el 2 de
septiembre de 1845. En su lecho de muerte pidió que su cuerpo
“no volviera jamás a Buenos Aires”. Sin embargo fueron
repatriados a Argentina en el año 1857, recibiendo honores de
Capitán General, y desde el año 1932 descansan en un mausoleo levantado
en su honor, situado en la Plaza Miserere, adyacente a la Avenida
Rivadavia nombrada en su honor.
Josefa Tenerio – (Abanderada del Ejército Libertador)
Se desconoce el lugar y la fecha de su nacimiento. Pero se
sabe con certeza que Josefa esclava de Gregoria Aguilar. Este
soldado glorioso de la independencia americana, es un ejemplo
del ignorado soldado-mujer, durante su voluntario servicio a la patria.
Según consta en un documento (que se transcribe a continuación),
hecho sobre papel sellado del Perú independiente para los años 1822-23,
y firmado por el libertador don José de San Martín, don Bernardo
Monteagudo, General Tomás Guido, Coronel José de la Riva Agüero y el
Teniente General de guerrillas Toribio Dávalos, le cupo la gloria de ser
abanderada:
“Señor: Josefa Tenorio, esclava de doña Gregoria Aguilar, ante
Vuestra Soberanía con el más profundo respeto digo: que tengo prestados
mis servicios personales a la madre Patria con el valor de que no todos
los hombres son capaces, así es que apenas rugió el rumor de que el
enemigo común volvía en septiembre del año pasado a querer
esclavizar a los habitantes de esta capital de los libres,
cuando me visto de hombre y corro presurosa a recibir órdenes, y tomar
un fusil, en efecto, se me alista en Palacio, con sable y pistola, y
con los nombrados voluntarios para consultar el fuerte, patrulleo, ronda
y no me excuso a la fatiga. Luego salgo a campaña en mi propio caballo y
el señor General en Jefe Gregorio Las Heras me confía una bandera para
que la sostenga y defienda con honor, agregándome en el punto de
Manzanilla al cuerpo que mandaba el señor Teniente General Don Toribio
Dávalos, a las órdenes de ese acreditado jefe sufro el rigor de la
campaña y concurro con acreditado desempeño al sitio de los Castillos
del Callao y sus fuertes tiroteos, y a las acciones tan reñidas que
dimos en San Borja, Chacra Alta, Copacabana y Puruchuca (1820-21). Mi
sexo no ha sido impedimento para ser útil a la patria, y si en un varón
es toda recomendación de valor, en una mujer es extraordinario
tenerlo. Suplico a Vuestra Soberanía que examine lo que presento y
juro. Y se sirva declarar mi libertad que es lo único que apetezco”.
Firmaba Josefa Tenorio, esclava de doña Gregoria Aguilar.
Josefa Tenorio, sostuvo indemne la bandera argentina, al frente de
la caballería, mientras con el otro brazo esforzado la defendió de los
ataques enemigos. Las tropas que tomaron parte en los ataques fueron
los batallones Numancia, No. 11 de los Andes, 4 y 5 de Chile y el
regimiento de Granaderos a Caballo, con la escolta de Húsares del
General.
La respuesta del Gral. José de San Martín a la carta de Tenorio
figura en los archivos históricos, con esta sola mención: “Téngase
presente a la suplicante, en el primer sorteo que se haga por la
libertad de los esclavos. Nadie se ocupó nunca de ella, quizás por el
hecho de haber sido una negra esclava. Pero su heroísmo, merece y
obliga al rescate de su nombre y su hazaña, como también del
humilde premio solicitando su propia liberación como ser humano,
porque esto es parte de la historia”.
De la información provista por esta documentación puede
deducirse que Josefa Tenorio tenía condiciones de eximia jinete,
pues montó en su caballo particular de una manera que el General Las
Heras la eligió como “abanderada”. Se desconoce el lugar y la fecha
de su muerte, como así también si su tan ansiada libertad le fue
concedida.
Antonio Ruiz, “Falucho”
Según Mitre en su “Historia de San Martín”, Antonio Ruiz, de
sobrenombre Falucho, nació en Buenos Aires. Originalmente fue esclavo
de la familia Ruiz, por consiguiente su apellido. Ya era liberto
cuando formó parte del Ejército del Norte por la lucha para
la independencia, comandado por el general Manuel Belgrano. Más adelante
formó parte del regimiento número 8 del Ejército de los Andes,
comandado por el general José de San Martín, donde se desempeñó
con el grado de cabo segundo. Según el historiador Bartolomé Mitre, San
Martín hablaba con los negros libertos diciéndoles “que si los
españoles los llegaban a derrotar, volverían nuevamente a ser
esclavos y los venderían por azúcar”.
Participó en la campaña libertadora al Perú en el regimiento Río
de la Plata. Ruiz fue destacado en la guarnición de Callao
(actualmente Perú). El 5 de febrero de 1824, hubo un motín dentro de
la guarnición. En ese momento había mucho descontento entre los
soldados, a causa del impago de sueldos durante varios meses, la
indisponibilidad de nueva ropa y una alimentación de mala calidad.
Los comandantes españoles prisioneros en el Callao – principal
entre ellos el Coronel José María Casariego – vieron una oportunidad y
aprovecharon de este descontento para convencer a gran parte de
los soldados allí estacionados a rebelarse contra las fuerzas
rebeldes.
La noche del 5 de febrero de 1824 los españoles junto con
un grupo de rebeldes traidores trataron de arriar la bandera
española en la Torre del Rey Felipe, donde Antonio Ruiz estaba
emplazado. Este grupo de soldados lograron arriar la bandera
realista, pero Falucho se negó a gritar: “¡Viva el rey!”. Según Mitre
“Cuando se le mandó presentar las armas al pabellón español exclamó que
no podía hacer honores a un pabellón contra el que había peleado
siempre, y tomando su fusil por el cañón lo rompió contra el
asta de la bandera. Antonio Ruiz fue entonces fue fusilado al
pie de la bandera española. Murió gritando: ¡Viva Buenos Aires! El
valiente Falucho murió por sus principios, dando ejemplo de patriotismo.
MARÍA REMEDIOS DEL VALLE – (La Capitana)
Nació en Buenos Aires, pero se desconoce la fecha, estimándose
que ocurrió durante el último tercio del siglo XVIII. Las
primeras referencias de su participación en batallas se remontan a la
defensa de la ciudad de Buenos Aires de la primera de las dos
invasiones inglesas, ocurrida en 1806. Durante esa defensa
integró el Cuerpo de Andaluces.
El 6 de julio de 1810 partió a la Primera Expedición Auxiliadora
del Alto Perú como miembro del Ejército del Norte, en el que
también estaban enlistados su marido y sus dos hijos. La
“Parda María” (como la mencionan en algunos partes militares)
combatió en Huaqui en la conocida Batalla de Desaguadero, el 20 julio de
1811, siendo una de las protagonistas del Éxodo Jujeño, esa
trágica retirada después que obtuvieron el triunfo las armas
realistas.
El 24 y 25 de septiembre de 1812 formó parte del enfrentamiento
armado librado en las cercanías de San Miguel de Tucumán. Allí no sólo
asistió a los heridos en las primeras líneas de combate, sino que
además alentó a los soldados. Ante el valor desplegado por María
Remedios, el General Belgrano la nombró Capitana.
Participó también en las batallas de Salta, de Vilcapugio y el 14 de
noviembre de 1813, el Ejército del Norte fue derrotado por las tropas
realistas comandadas por Joaquín de la Pezuela. En esas batallas,
aunque perdió a su marido y sus hijos, se distinguió junto con
otras mujeres por la atención a los heridos, siendo una de las
conocidas históricamente como “Las Niñas de Ayohuma”. Fue una de los
quinientos prisioneros tomados por Pezuela durante esa derrota y más
tarde, al ser descubierta organizando una fuga conjunta, fue
azotada por nueve días, al final de los cuales logró escapar para
integrar las fuerzas de Martín Miguel de Güemes y Juan Antonio
Álvarez de Arenales, empuñando armas y ayudando a los heridos en los
hospitales de campaña.
En 1827 se encontraba en la indigencia y un día fue
reconocida en la calle por el General Juan José Viamonte,
compañero en la Campaña al Alto Perú. Conmovido, decidió darle
protección. Como diputado en la Junta de Representantes de la Provincia
de Buenos Aires, el 11 de octubre de 1827 presentó un proyecto para
otorgarle una pensión por los servicios prestados.
Tomás de Anchorena se refirió así sobre ella en la Sala de
Representantes: Efectivamente, esta es una mujer singular. Yo me hallaba
de Secretario del General Belgrano cuando esta mujer estaba en el
Ejército, y no había acción, en que ella pudiera tomar parte, que no la
tomase… Yo los he oído a todos a voz pública hacer elogios de esta mujer
por esa oficiosidad y caridad con que cuidaba a los hombres en la
desgracia y miseria en que quedan los hombres después de una acción de
guerra, sin piernas unos y otros sin brazos, sin tener auxilios ni
recursos para remediar sus dolencias. De esta clase era esta
mujer. Finalmente la Sala se expidió en una escueta resolución:
“Julio 18 de 1828. Acordado: Se concede a la suplicante el sueldo de
Capitán de Infantería, que se le abonará desde el 15 de marzo de 1827”.
En la realidad se tradujo a treinta míseros pesos mensuales. En 1829,
Rosas la integró a la Plana Inactiva con el grado de Sargento Mayor, por
lo que ella cambió su nombre a Mercedes Rosas, figurando así en la
revista de grados militares hasta su muerte acaecida el 8 de noviembre
de 1847.
Juan Bautista Cabral
Juan Bautista Cabral nació en Saladas provincia de Corrientes
en 1789. Era hijo de los africanos esclavizados José Jacinto
Cabral (algunos historiadores lo mencionan como indio Guaraní) y
Carmen Robledo, nacida en Angola. Esclavizado él también desde su
nacimiento, ya que aconteció antes de la “libertad de vientres”.
En 1807, cuando ocurrieron las invasiones inglesas, Juan
Bautista se hallaba en Buenos Aires. La fuente utilizada para
confirmar esta declaración es una carta suya del 19 de agosto de ese año
dirigida a Don Luis Cabral, “su amo”. En ella da cuenta de haberse
salvado milagrosamente de ser degollado por los ingleses. Finalmente le
pide autorización para regresar a Corrientes y le es concedido el
permiso.
Vivió seis años más en Salada, hasta que en 1812 fue
reclutado por el Gobernador de Corrientes, Toribio Luzuriaga en
las Milicias de Voluntarios de Caballería de Don Juan Bautista Parret y
Figueroa. Desde allí, después de cuatro días de viajar a pie llegaron a
Santa Fe, donde continuaron su itinerario a caballo hasta Buenos
Aires.
Originalmente el contingente estaba integrado por setenta y dos
correntinos, pero arribaron al Cuartel del Retiro, en Buenos Aires,
solamente cincuenta hombres. El día de llegada, 19 de Noviembre de 1812,
es la fecha oficial de la incorporación de Juan Bautista
Cabral al Regimiento de Granaderos, donde inmediatamente, al igual
que sus compañeros, fue sometido a instrucción militar.
El 3 de Febrero de 1813, en la Batalla de San Lorenzo, acontecida
junto al Convento de San Carlos de Borromeo, en la provincia de Santa
Fe, una bala de cañón impactó en el caballo del General San Martín.
El animal cayó muerto, aplastando la pierna derecha del
General. Un soldado realista se preparó para matar a San Martín
con su bayoneta por la espalda.
El Granadero Juan Bautista Cabral se arrojó del caballo al ver a
su jefe en tan difícil situación, con intención de socorrerlo,
pero fue baleado. Cabral continuó corriendo a pesar de todo y llegó a
tiempo para liberar al General San Martín de la opresión que el cuerpo
muerto de su caballo ejercía sobre su pierna, manteniéndolo inmóvil e
indefenso. Ese día, a los 23 años, el soldado Cabral perdió su vida.
Algunos historiadores consideran que el grado de Sargento le fue
dado por San Martín post mortem. Oficialmente sus últimas palabras
fueron: Muero contento, mi General, hemos batido al enemigo. Los
historiadores argentinos Tulio Halperín Donghi y Norberto Galasso sin
embargo, consideran que las últimas palabras de Juan Bautista Cabral
fueron dichas en su lengua, el guaraní: Muero contento porque
cagamos a esas mierdas.
Fermín Gayoso – (El primer pintor porteño)
Nació en Buenos Aires en 1782. Su madre fue una africana
esclavizada y su padre español. Fue esclavo del Brigadier
General Juan Martín de Pueyrredón. Desde 1790 vivió en la
casona de estilo pompeyano construida por la familia Pueyrredón en
un poblado que comenzó a crecer ese mismo año alrededor de la Capilla
(con el tiempo se convertiría en la ciudad de San Isidro).
Se cree que Fermín Gayoso se familiarizó con el oficio de pintor en
la Capilla de San Isidro, retocando santos y restaurando pinturas
religiosas. En esa época los esclavos eran muy demandados por
los españoles para suplir las necesidades domésticas y ejercer las
artes mecánicas. Pero a pesar de que se los necesitaba en los talleres y
se les enseñaba el oficio, tenían prohibido recibir una educación
formal que les permitiera convertirse en maestros. Es por esa razón
que se concluye que Fermín Gayoso fue un artista autodidacta.
En 1799, cuando Gayoso tenía 17 años, el General Manuel
Belgrano creó la primera escuela de enseñanza de dibujo, a la que
tampoco pudo concurrir por su condición de esclavo.
En 1806 se produjeron las Invasiones Inglesas. Como en
Inglaterra desde 1789 existía una corriente que propugnaba por la
abolición de la esclavitud, coincidiendo con la llegada de los
ingleses a Buenos Aires hubo un levantamiento de esclavos convencidos de
que la expedición inglesa llegaba principalmente para darles su
independencia. William Carr Beresford emitió un comunicado a pedido de
Juan Martín de Pueyrredón, en el que ordenaba se les hiciera
entender a los esclavos que su condición de tales no cambiaría.
Esta medida impulsó a los negros a combatir contra los ingleses en
la reconquista organizada por Juan Martín de Pueyrredón y Fermín Gayoso
fue incorporado para luchar contra los ingleses en 1806-07.
El historiador Romualdo Brughetti en su Nueva Historia de la Pintura
y la Escultura en la Argentina dice: Lamentablemente no existe
ningún vestigio sobre su trabajo pictórico, pero si consideramos
su condición económica, situación que le imposibilitó obtener estudio
académico alguno, es fácil imaginar el tipo de factura de sus retratos,
es decir muy próximo a las características de la pintura popular
alejada de las normas clásicas.
A fines de 1807 Pueyrredón viaja a España como representante
de Buenos Aires. Al año siguiente, Fermín Gayoso, solicita de su
amo la libertad y éste le lleva a la corte española a ese
fin, según constancias del Archivo General de Indias. Pero los
trámites no continuaron. En 1818 su fama era conocida en Buenos
Aires, denominándolo el primer pintor porteño.
Considerado un excelente pintor, fue maestro del hijo de su
“amo”, Prilidiano Pueyrredón. A él le enseñó todos sus secretos de
oficio. Irónicamente, a partir de 1930 se redescubre la obra de
Pueyrredón y pasa a considerárselo como el precursor de la
pintura nacional, indicando “que se formó en Europa”, omitiendo
mencionar que aprendió a pintar guiado por los conocimientos de un
hombre esclavizado.
Fermín Gayoso murió, presumiblemente en Buenos Aires, en 1832.
LORENZO BARCALA
Nació en la ciudad de Mendoza el 23 de Diciembre de 1795, hijo de
africanos esclavizados. Esclavo en su niñez, recibió –de acuerdo
con la costumbre de la época- el apellido de “su amo”,
Cristóbal Barcala, notario de gran prestigio en el Cabildo de
Mendoza. Según opinión de Domingo Faustino Sarmiento, Lorenzo
Barcala mostró desde su niñez una inteligencia excepcional:
“Leía y escribía y criado al lado de sus amos, en contacto con
ellos, oyéndoles sus conversaciones, había completado una educación
suficiente para que el genio de que la naturaleza lo había dotado, se
revelase en la primera oportunidad”.
En 1815 se alistó como soldado raso en el batallón de Cívicos Pardos
de Mendoza, tenía 25 años de edad y deseaba acompañar al General José
de San Martín en el cruce de los Andes y éste lo colocó como instructor
de reclutas con el grado de Sargento Primero, a cargo de organizar,
instruir y disciplinar varios regimientos. Al poco tiempo, debido a la
excelencia de su labor, el Coronel José Bruno Morón, jefe del
ejército, lo promovió a la clase de Alférez. En 1821, por su
conducta heroica en la guerra contra las fuerzas montoneras del
chileno José Miguel Carrera, Morón lo promocionó a Capitán y lo premió
con un escudo de honor por su comportamiento.
En 1824 ya era segundo Comandante de Granaderos. En 1827
intervino en el ataque a la Punta del Este bajo el comando del
Coronel Thompson. Este sugirió al General Lavalle el
nombramiento del Sargento Mayor de Ingenieros a Lorenzo Barcala, para
desempeñarse en el cuerpo del ejército Cuarto de Cazadores, debido a
“sus bellas cualidades”. Sarmiento destaca que “Barcala en la guerra con
el imperio del Brasil se cubrió de gloria”.
En 1825 se casó con Petronila Videla, una liberta de su
antigua patrona (María Lorenzo Videla de Barcala) y con ella tuvo
seis hijos.
Según el historiador José Luis Lanuza, el comerciante inglés Samuel
Haigh se asombró de ver en un baile ofrecido en la mansión del
gobernador de Mendoza a un General negro y lo describe así en
sus memorias: “Era un africano alto, vigoroso, jetudo, motoso. Vestía
de General con una linda chaqueta de paño azul bordada con hojas de
roble doradas, faja blanca y roja de seda y dos enormes charreteras de
oro. También usaba espuelas del mismo metal con bombacha blanca,
galoneada a la turca…”.
Durante 16 años participó en numerosas batallas siempre revistiendo
un alto rango, y desde 1831 fue Edecán de Facundo Quiroga. El 17 de
enero de 1834 es dado de alta de la Plana Mayor del Ejército de la
Provincia de Buenos Aires, donde revistó hasta julio de 1835. Se retiró a
San Juan a vivir con su esposa y sus hijos hasta que ocurrió el crimen
de Barranca Yaco, quedando la provincia a merced de las iras de José
Felix Aldao “el fraile”. Barcala ideó un plan para deponer a Aldao,
quien esclavizaba su provincia natal, Mendoza. Envió una carta a su
amigo el Capitán José María Molina (un negro liberto hijo de un esclavo
de Pedro Molina, gobernador de Mendoza). Pero la carta llegó a Pedro
Molina, quien lo delató ante Aldao. Después de un proceso instruido en
sólo 24 horas, Lorenzo Barcala fue fusilado el 1 de agosto de 1835 por
las órdenes de Aldao. Tenía sólo 40 años.
Federico Espinosa
Nació en Buenos Aires el 6 de octubre de 1820. Este gran
maestro afro porteño aprendió piano de su tío, el conocido
profesor de la época, Tiburcio Silbarrios.
Rápidamente pudo él mismo dedicarse a impartir lecciones de ese
instrumento, debido a sus extraordinarias dotes y a las recomendaciones
de su tío. Espinosa no fue solamente un gran pianista, sino
que también fue un brillante compositor, autor de numerosas
piezas, con las que se ganó el merecido apodo de “El Strauss
Argentino”. Su trabajo fue tocar el piano en los salones porteños y
en el Club del Progreso, actividad que le valió un lugar de
privilegio en la sociedad porteña, convirtiéndose desde el año 1845
en la figura musical más destacada de Buenos Aires.
Cuando en 1855 el virtuoso pianista suizo Segismundo Thalberg
dio una serie de conciertos en Buenos Aires, personalmente alabó
los méritos del pianista afro argentino y trató de llevarlo a Europa.
En 1852 participó en la defensa del sitio de Buenos Aires
en apoyo del gobernador Alsina, contra la rebelión del general
Hilario Lagos. En 1858 ejecutó obras en órgano y piano en el
antiguo Teatro Colón de Buenos Aires. También se presentó en el
Salón el Recreo, donde, al compás de su música se proyectaban luces
con una linterna mágica. En 1859 el músico adquirió ese tradicional
lugar porteño.
En 1859 estuvo presente en la Guardia Nacional en la revolución del
11 de septiembre. Ese mismo año cumplió la larga campaña al
Paraguay en calidad de Guardia Nacional y como ayudante de los
Coroneles afro argentinos Domingo Sosa y José María Morales, que eran
expertos en armas y música. Numerosas veces este trío levantó la moral y
el hastío de la tropa ejecutando obras compuestas por Federico Espinosa
en un armonio transportable.
Al volver de la guerra, en 1870, se dedicó nuevamente a la
enseñanza y a la composición de marchas y polcas militares. Este
gran maestro falleció en Buenos Aires el 31 de mayo de 1872.
Casildo Gervasio Thompson
Nació en Buenos Aires en 1856, pero la fecha exacta se
desconoce. Hijo del capitán Casildo Thompson (1826-1873), quien
fuera también, poeta, músico, compositor y fundador, junto a otros
afroporteños, de la sociedad benéfica La Fraternal, en Buenos Aires.
Realizó la carrera militar llegando al mismo grado que su padre.
Fue uno de los mayores defensores de la raza negra en Argentina. En
su poema “Canto al África” evocó las crueldades del tráfico de esclavos.
Mostró al negro como miembro de una raza noble y distinguida.
Invirtiendo los tradicionales estereotipos raciales en la
Argentina, presentó al blanco como el salvaje, la fiera
destructora de familias negras. Es considerado como uno de los
mayores poetas afro argentinos. Su obra más destacada es “Canto
al África”, escrito en marzo de 1878 fue leída por primera vez en
público el 1 de abril de ese mismo año en una conferencia en la Sociedad
Fomento de las Bellas Artes en Buenos Aires.
Como militar, participó en diversas luchas internas del país, siendo
destacada su acción militar en los sucesos de la Revolución mitrista de
1874; en la defensa de Buenos Aires de 1880 y en la Revolución radical
de 1890.
Estudió en el Conservatorio Musical de la Provincia de Buenos Aires y
obtuvo varios premios por sus composiciones musicales de carácter
religioso. Se distinguió, a su vez, como hombre de fluida
vertiente poética que supo lograr el aplauso popular en sus payadas. Se
lo reconocía en los encuentros populares por pulsar una
guitarra adornada con largas cintas de los colores patrios.
Además de sus condiciones como guitarrista, también era pianista y
poeta, siempre autodidacta, creador e improvisador.
Thompson contó con la colaboración literaria de varios
destacados escritores contemporáneos. Algunos escritores consideran
que de él aprendió mucho su amigo inseparable, el payador afro
argentino Gabino Ezeiza. Casildo Thompson murió en Buenos Aires el 25
de mayo de 1928.
Eugenio Sar
Este mecenas humanitario nació en Buenos Aires en el año 1828.
Eugenio Sar fue un obrero humilde y abnegado y, más que nada un
filántropo, porque trabajó por el bienestar social de sus hermanos de
raza. Durante su vida buscó y halló los medios para disminuir
la indigencia, la ruindad y los padecimientos existentes en el
medio social que los africanos y afro descendientes vivían en Buenos
Aires.
El 15 de julio de 1877 fundó en Buenos Aires, junto con
otros diez afros porteños la Sociedad de Socorros Mutuos que se
llamó “La Protectora”. Sar fue el primer presidente de esta sociedad que
contaba con treinta socios considerados “fundadores. Al año
siguiente de su fundación, los socios ya se habían duplicado,
incorporando además veinticinco miembros honorarios. En ese mismo año,
se mudaron a un local más grande, ubicado en la calle Piedad (hoy
Bartolomé Mitre), entre Talcahuano y Uruguay. En enero de 1881
comenzaron a editar una hoja periódica titulada “La Protectora”,
con noticias de interés para los lectores e instalaron una biblioteca
pública en su sede.
Sar también ideó un estandarte para ser usado en los actos de la
Sociedad. El mismo consistía en un estandarte rojo con un símbolo
masónico en su centro.
Realizó numerosos viajes a Europa y los Estados Unidos, con
el objetivo de estudiar el progreso alcanzado en esos lugares y
ver de qué manera se resolvían los problemas de las necesidades urgentes
de las masas de trabajadores que por falta total de vigor físico y
por problemas de salud, sucumbían en la miseria.
Empleó, en la fundación La Protectora, además de sus dones
espirituales, todos sus ahorros, para evitar, por medio de la unión,
las desgracias de aquellos individuos que carecían de recursos
y padecían de enfermedades.
Eugenio Sar murió el 9 de noviembre de 1882. Antes de fallecer había
comprado y donado un terreno en el Cementerio de La Recoleta, que fue
inaugurado como panteón el 28 de octubre de 1883, bajo la presidencia
de Tomás B. Platero, siendo padrinos el Dr. Bernardo de Irigoyen, por
entonces ministro del Interior y la señora Carmen Alvear de Benítez,
con la presencia del intendente Torcuato de Alvear y de más de 300
afro-argentinos.
Manuel G. Posadas
Este periodista argentino de origen africano nació en Buenos Aires el
18 de Octubre de 1841. Sentía una gran admiración por la música, por
eso desde su adolescencia concurrió a cursos regulares de música
impartidos por el destacado profesor Silveira.
En junio de 1863 se incorporó como voluntario a la campaña del
Paraguay, enlistándose en el segundo batallón del regimiento 3, al mando
del coronel afro argentino José María Morales. Al poco tiempo de su
ingreso a las filas, debido a su conducta intachable y la idoneidad
demostrada, se le concedió el rango de sargento. Como consecuencia de
una dolencia crónica que empeoró por los cambios del clima, se vio
obligado por diagnóstico médico a regresar a Buenos Aires.
Se casó con la afro porteña Emilia Smith, con quien tuvo a Carlos,
Manuel (estos dos se destacaron en la música) y Luis María Posadas.
La lucha política al final de la presidencia de Sarmiento, entre
Nicolás Avellaneda y el general Bartolomé Mitre desembocó en la
revolución de 1874 que estalló en la provincia de Buenos Aires y en el
interior fue derrotada por el poder de las armas y Mitre junto con otros
jefes fue juzgado y encarcelado. En este entorno histórico se abocó de
lleno al periodismo, poniendo su pluma al servicio de Mitre. Él mismo
presenció el descalabro del partido liberal, ya que actuó en el ejército
del general Bartolomé Mitre como capitán de las Guardias Nacionales. La
derrota en La Verde abrió camino a la presidencia de Avellaneda.
Una vez pacificado el país, Posadas continuó estudiando música y
escribiendo para diversos diarios y revistas. Como violinista actuó en
varias oportunidades en los teatros Colón y en el Teatro Ópera. En la
revolución de 1880 también estuvo presente, esta vez junto a su amigo el
coronel Morales en los combates librados en los puentes de Barracas y
Alsina, debido a su heroica participación fue ascendido a mayor.
Finalizados estos eventos, volvió por entero al periodismo, fundando
periódicos. Dirigió El Eco Artístico y fue colaborador del diario La
Nación, con cuyas ideas liberales y democráticas estaba de acuerdo.
En la revolución de 1890 contra Juárez Celman, Posadas volvió a
empuñar el fusil junto con la pluma, apoyando a las masas, al foro y a
la tribuna contra el adversario.
Murió en Buenos Aires el 13 de marzo de 1897.
Horacio Mendizábal
Nació en Buenos Aires en 1847 y como muchos afro argentinos, se
distinguió por sus logros en las letras. En sus poemas se agitan dolores
y angustias, que brotan clamando justicia, igualdad y amor. Esa
aspiración de igualdad de Horacio Mendizábal, espíritu humano, da
perennidad a su obra.
A los 18 años de edad publicó su primer libro de poemas, Primeros
Versos, pero su obra más importante fue Horas de Meditación publicado en
La Plata en 1869.
El escritor afro argentino Jorge Miguel Ford, en su libro
“Beneméritos de mi Estirpe”, publicado en Buenos Aires en 1889, dice de
la poesía de Mendizábal: “no fue un ilusionista, pero tampoco fue un
escéptico, alimentaba la creencia de que su credo sublime, la unión
humana, en no lejano día, apartando los escollos que la interceptaban,
podría llegar a ser una realidad”.
Se casó con Petrona Escalada y en 1868 nació su hijo, el célebre músico y compositor Rosendo Mendizábal.
En 1871 ofreció sus servicios personales para atender a las víctimas
de la fiebre amarilla, prestando de este modo un gran servicio a la
población de Buenos Aires. Asistió a los enfermos del temible mal sin
preocuparse por su vida, y por tan meritoria iniciativa fue designado
secretario de la Junta Popular que presidió el Dr. Roque Pérez.
Este joven poeta y filántropo murió víctima del contagio a los 24 años
de edad, dejando huérfanos a Rosendo que tenía sólo tres años y a Sergio
Froilán Bello
Nació en la localidad bonaerense de San Isidro, el 9 de octubre de
1852 en el seno de una familia afro argentina. Desde muy chico vivió en
la ciudad de Buenos Aires. Fue escritor, poeta y periodista.
En 1884, fundó la revista, ‘El Eco Artístico’, y el poema del mismo
nombre fue publicado en la misma. También miembro de la Sociedad de
Animales Raro, formada en 1881, la única entidad afro porteña formada en
esta época. Aunque los miembros de la sociedad operaron de manera
secreta con uso de seudónimos, una nota del año 1882 reveló el nombre de
Bello y cuatro de sus compañeros.
Este afro argentino fue uno de los tantos hombres de letras que
enriqueció el periodismo de su tiempo. Tras un tímido despegue en 1858,
la prensa negra conoció un florecimiento en la década de 1870 para luego
ir desapareciendo en la década de 1880. Sin embargo la existencia de
estos activos periódicos se erige como obvia evidencia de la continuada
existencia y la vitalidad de la comunidad negra.
Bello sentía orgullo de sus orígenes, como lo manifiesta en esta frase publicada en La Perla, que data del 6 de octubre de 1878: “[...] amo a mi sangre como a
mi patria, y creo que buscando la dignidad de una encontraré la grandeza
de la otra”.
Entre las numerosas notas a diferentes periódicos afro porteños, está
la que escribió a la Cofradía religiosa afro argentina La Hermandad del
Rosario (que contaba con ciento ocho miembros y tenía su sede en la
Iglesia de Santo Domingo) con motivo de la inauguración del Panteón de
dicha Hermandad en el Cementerio de la Recoleta (a continuación un
párrafo de la misma):
Indudablemente los hermanos piadosos del Santísimo Rosario deben
estar satisfechos y orgullosos con la fiesta acontecida el domingo
pasado con motivo de la inauguración del sagrado panteón que ha de
guardar sus días después de su vida sobre la tierra.
Y a la verdad, es un hecho que enaltece y honra gloriosamente a la
religiosa institución que nos legaron nuestros antecesores como un
recuerdo de su era reaccionaria después de sacudido el yugo ignominioso
de la humillante esclavitud.
Froilán Plácido Bello falleció el 15 de noviembre de 1893.
Zenón Rolón
Nació en Buenos Aires el 25 de junio de 1856 en el seno de una
familia de negros libres y con cierto bienestar económico. Comenzó a
estudiar música con Alfredo Quiroga, negro organista de la Iglesia de la
Merced. En 1873, con apenas 17 años de edad, fue becado a Florencia
para perfeccionarse, donde estuvo hasta 1879.
En 1877 publicó el folleto Dos palabras a mis hermanos de casta. Al
enviarlo a Buenos Aires lo reprodujo el periódico afro porteño La
Juventud y fue severamente criticado, aunque la opinión de sus hermanos
cambió favorablemente a su regreso. Ya en Buenos Aires, continuó
perfeccionándose con Basilio Basili y compuso, entre otras obras, su
Gran marcha fúnebre, la que se interpretó al repatriarse los restos del
general don José de San Martín, en 1880.
Se casó con María Quiroga, hermana de su primer maestro, y tuvieron dos hijos, Dafne y Cloe.
Su carrera musical fue próspera y reconocida. En 1881 instaló la
imprenta de música Rolón y Oca, donde publicó composiciones suyas y de
argentinos contemporáneos. En 1887 fue nombrado profesor de música por
el Consejo Nacional de Educación y tuvo entre sus discípulos a Justin
Clérice, Antonio Restano, Prudencio R. Denís y Enrique García Velloso.
Su producción musical aún no fue estudiada en su integridad ni con la
debida atención, aunque no se vaciló en vincularla con los cánones
europeos. Sin embargo, avances parciales permiten aseverar otras fuentes
inspirativas, como la música criolla e, incluso, afroporteña. Su
catálogo comprende 68 obras, entre ellas la Música sacra por la Semana
Santa (1893), la Sinfonía originale (1879), la Marcha a Falucho (s/a),
el famoso Himno a Sarmiento (1899), entre otros, y el Kyrie (1902),
quizás su última obra.
Desde 1880 hasta 1900 condujo regularmente conciertos en el Jardín Florida y el Hotel La Delicia en Adrogué.
Falleció en Morón (provincia de Buenos Aires) el 13 de mayo de 1902 y
fue enterrado en el Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires. Gran parte
de sus manuscritos fueron luego donados por sus hijos al Museo
Histórico de Morón, donde permanecen actualmente. Algunos de sus
estudios también se encuentran en el Instituto Nacional de Estudios de
Teatro en Buenos Aires.
Tomás Braulio Platero
Platero, hijo de esclavizados, nació en Buenos Aires en 1857. Según
Coria (1997), fue un destacado personaje de ascendencia africana que
logró superar los prejuicios sociales y se recibió de escribano en 1882.
En La Plata, la nueva capital provincial, se instaló, abrió su
estudio y por muchos años ejerció su profesión liberal logrando, por su
corrección y limpieza de procederes, ganar el respeto y la amistad de
los principales personajes de la política provincial y nacional que
fueron sus contemporáneos.
Fue uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical de La Plata,
figurando entre las autoridades del primer comité. Seguidor, primero, de
Leandro N. Alem, y más tarde de Hipólito Yrigoyen. También fue uno de
los profesionales fundadores del Colegio de Escribanos de La Plata,
Presidente de la Sociedad Cooperativa de Electricidad y fundador, luego
presidente, de la Sociedad Nacional de Socorros Mutuos La Protectora.
Según su nieto, el historiador afro-argentino contemporáneo, Tomás
Platero: En 1877, Don Eugenio Sar y mi abuelo, Tomás Braulio Platero,
fundaron la sociedad de socorros mutuos La Protectora, la primera mutual
de la Argentina, responsable de impulsar la llegada al país de negros
norteamericanos. Y junto a ellos crearon la sociedad de estibadores del
puerto, la primera entidad gremial constituida en el país.
Bajo su presidencia, la Sociedad La Protectora inauguró, el 28 de
octubre de 1883, un panteón en la Recoleta, siendo padrinos el Dr.
Bernardo de Irigoyen, por entonces ministro del Interior y la señora
Carmen Alvear de Benítez, con la presencia del intendente Torcuato de
Alvear y de más de trescientos afro-argentinos. El terreno había sido
comprado y donado por Eugenio Sar poco antes de morir.
Falleció en la ciudad de La Plata el 17 de febrero de 1925. A su
funeral asistieron el gobernador de Buenos Aires José Luis Cantilo, el
intendente Morales, Federico Zelarrayán, con las condolencias de
Hipólito Yrigoyen, y números autoridades de la Unión Cívica Radical.
Gabino Ezeiza
Gabino Ezeiza fue un músico y payador afro argentino que nació en el
barrio de San Telmo el 3 de febrero de 1858. Apodado el “Negro Ezeiza”
algunos también lo llamaron el “trovador de la pampa” y se lo considera
el trovador más famoso de Argentina y Uruguay. Su maestro en la payada
también fue un afro porteño: Pancho Luna.
Gabino Ezeiza debutó como payador a los 14 años, a los 15 años dejó
su casa y antes de sus 20 años ya contaba con cierta fama. Se cree que
contaba con más de 500 composiciones utilizadas en sus presentaciones.
Recopiló sus versos en el folleto “Canto a la Patria”.
Sus contrapuntos se hicieron famosos y se recuerda el sostenido el 23
de julio de 1884 en el Teatro Artigas de Montevideo con el cantor
oriental Juan de Nava presenciado por un numeroso auditorio. En tal
encuentro Ezeiza improvisó allí la que sería la popular canción Heroico
Paysandú, con la cual derrotó a Nava, convirtiéndose en uno de los
payadores más importantes de la historia. El día 23 de julio ha sido
declarado “Día del Payador” en todo el territorio de la República
Argentina en honor a ese histórico contrapunto. Se considera que Ezeiza
fue quien introdujo el ritmo de milonga en la payada. Él afirmaba que la
milonga (campera) proviene del candombe afro argentino, el cual se
formó a partir de viejos ritmos africanos. Gabino contrajo nupcias en
1895 con Petrona Peñaloza, bisnieta del caudillo Ángel Vicente “chacho”
Peñaloza. Gabino tuvo seis hijos: Fortuna, Ernesto, Álvaro Ernesto,
Miguel, Ignacio y Diana. Se dice que Pancho Luna, otro afroargentino
payador y propietario de una pulpería quien le dio lo que sería una de
sus primeras guitarras.
Gardel y Razzano lo conocieron en comités políticos y se sabe que se
reunieron numerosas veces en el famoso café Los Angelitos. A su muerte,
el dúo cantó en homenaje a Gabino Ezeiza “Heroico Paysandú”, que más
tarde Carlos Gardel grabó con una compañía discográfica.
Falleció a los 58 años, el 12 de Octubre de 1916 en su casa del
barrio de Flores. Allí, en Azul 92, hay una placa en su honor que lo
recuerda. Tras su muerte, su amigo, el payador afro argentino, Juan
Damilano
heredó su guitarra.
Horacio salgán
Nació en Buenos Aires el 15 de julio de 1916 en las cercanías del
Mercado de Abasto. Es un compositor y músico afro argentino de familia
humilde. Sin embargo, su madre lo llevaba al teatro Colón para que,
desde el paraíso de dicho teatro, pudiera escuchar Ópera.
Estudió con maestros como Vicente Scaramuzza, Raúl Spivak y Alejandro
Borosky. Entró en el Conservatorio Municipal, donde ya a los 13 años
fue destacado como el mejor alumno de la institución. Allí estudió la
música clásica, aunque tenía un fuerte interés en el jazz, la música
folklórica, y la música brasileña.
A los 14 años comenzó a trabajar tocando música en los cines donde se
proyectaban las películas que por aquel entonces eran mudas. Así
comenzó su carrera profesional, y, siendo aún un adolescente, tocó en el
café, „El Gato Negro.‟ También formó parte de varias orquestas para
eventos particulares, y fue organista en la Iglesia de San Antonio en
Villa Devoto. A los 18 comenzó su larga carrera en la radio, como
solista en Radio Belgrano. También acompañaba con su piano a conjuntos
que lo necesitaban. Más adelante, se juntó como organista con un trío
con Carlos García y Bernardo Stalmann en Radio El Mundo. Formó parte de
la orquestra de Juan Puey, y a los 20 años fue invitado a juntarse con
la orquestra de Roberto Firpo. Ese mismo año fue contratado por Miguel
Caló para hacer su primer arreglo del tango “Los Indios” de Francisco
Canaro. Formó parte de la orquesta de Alberto Cima.
En 1942 realizó su primera grabación, con el apoyo de la compañía
Simar. Entre 1944 y 1947 dirigió su primera orquesta de tango, en la
que, según los críticos se notaba la influencia del el jazz y la música
brasileña. Este estilo innovador, no fue bien recibido por Radio
Belgrano ni por el sello discográfico, por lo tanto no hubo grabaciones y
al poco tiempo se separaron.
Salgán se dedicó a la enseñanza y la composición durante algunos
años, hasta que en 1950 regresó con un nuevo conjunto con el que tuvo
mucho éxito y además de numerosas giras y presentaciones, grabó con los
sellos RCA Víctor, la casa TK, y AntarTelefunken. En 1947 comenzó una
amistad importante con el guitarrista Ubaldo de Lío y se convirtieron en
uno de los dúos más significativos en la historia del tango.
Al principio de los ‟60 formó parte del nuevo grupo „Quinteto Real,‟
cuyo éxito alcanzó reconocimiento internacional y duró una década. Al
final de esos años fundó el Instituto de Estudios Musicales con Dante
Amicarelli, con quien grabó “Dos virtuosos del piano” y “El bosque
mágico” bajo el sello de Phillips. Al principio de los ‟70, tocó en
sitios tan conocidos como Lincoln Center en Nueva York y el Teatro Colón
en Buenos Aires. En los „80, volvió a tocar con Edmundo Rivero, quien
había sido el cantante en su primera orquesta. También trabajó con otros
músicos, entre ellos Roberto Goyeneche y Horacio Deval.
A lo largo de su carrera, Salgán compuso y arregló aproximadamente
400 obras. En 2005 le otorgaron el Premio Konex en reconocimiento a su
contribución a la música de Argentina.
Rita Montero
La actriz, vedette y cantante argentina Rita Montero nació en Buenos
Aires el 4 de Mayo de 1928, en el seno de una familia de clase media.
Era descendiente de africanos esclavizados que fueron traidos a la
Argentina por Guillermo Brown en el siglo XIX. Sus padres fueron Severo
Miguel Montero y Zelmira Oturbé, y ella era la hija menor de cinco
hermanos.
Su primera actuación fue mientras cursaba la escuela primaria, en La
venganza de las mariposas, obra teatral presentada por la primera
Compañía de Teatro Infantil, de la directora, profesora y actriz
Angelina Pagano.
Debutó como actriz profesional en la década de los 40, poco antes de
cumplir 18 años, y en los diarios de la época publicaron “una morena
aparece en el teatro porteño”.
Estudió canto con la cantante lírica italiana María Naftri.
Interpretó tangos, jazz y música tropical y melódica. En 1961 grabó un
disco con la orquesta de Carlos García en la compañía RCA Víctor. En el
2003 grabó Tangos de piel morena con Juan Pugliese. Junto a su cuñada
Orfilia del Carmen Rivero y su hermano “Soti” formaron un popular grupo
de jazz llamado Los Diamantes Negros. Fue lady crooner de la orquesta de
Barry Moral y de la Jazz Casino de Tito Alberti así como compañera de
escenario de Oscar Alemán.
Silvina Heguy escribió: “Rita Montero creció escuchando el tango en
los corralones de Buenos Aires. Su padre le pedía que los cantara, pero
ella prefería cantar boleros o spirituals subida a los escenarios de un
Buenos Aires que se había convertido en pista de andanzas de hombres con
camisas de seda blanca que acostumbraban regalar diamantes para
cortejar a las damas”. “El tango estaba en su destino, llegó finalmente a
él acompañada por la orquesta de Juan de Dios Filiberto, con un
repertorio elegido entre compositores también de piel oscura entre los
que estaban los hermanos Posadas”.
Desde 1943 hasta 1955 actuó en varias películas filmadas en la época
dorada de la cinematografía argentina, junto a importantes figuras de la
escena nacional. Debido a sus bellos rasgos exóticos y su impactante
figura, fue primera vedette en varias compañías revisteriles, con las
que recorrió Asia, Europa y América.
Falleció en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires el 27 de junio de 2013.
Enrique Elías Nadal
Nació el 5 de Septiembre de 1935 en Buenos Aires, descendiente de
africanos esclavizados que llegaron a la Argentina desde Angola a
principios del siglo XIX. Se casó con la antropóloga Susana Salzamendi,
con quien tuvo tres hijos: Fidel, Almícar y Camila.
Enrique Nadal fue, además de cineasta, un gran luchador por la
reivindicación de los derechos de los afro-argentinos. Militante desde
los años setenta, y por esa razón, en 1976 en plena época de la
dictadura militar, tuvo que exiliarse en Suecia.
Con motivo del proceso de democratización en Argentina iniciado en el
año 1983, hubo transformaciones sociopolíticas que propiciaron el
regreso de Nadal ese mismo año. Fiel al activismo que lo caracterizó, ya
en el año 1985 se paraba en diferentes esquinas del centro de Buenos
Aires con una fotografía de Nelson Mandela y recolectaba firmas para su
liberación.
En 1986, creó el Comité Argentino y Latinoamericano Contra el
Apartheid, un espacio en el que comenzaron a militar políticamente
algunos afrodescendientes argentinos. Indudablemente Nadal y su lucha
contra el racismo fue el nexo entre dos (hoy reconocidas activistas) que
militaban en el Comité. Ellas son Miriam Victoria Gómez (quien más
tarde fue durante dos diferentes períodos la presidente de Asociación
Caboverdeana de Dock Sud) y Lucía Dominga Molina (quien creó, en 1988,
la Casa de la Cultura Indo-Afro-Americana de Santa Fé) entidad que
preside y que continúa luchando por rescatar, defender, desarrollar y
difundir la valorización de las raíces culturales de los pueblos
originarios y afro-americanos.
En 1990, participó, junto con Gómez y Molina, en un encuentro de
Entidades Negras del Cono Sur en Montevideo (Uruguay) y planificó con
ellas, acciones conjuntas para la lucha contra el racismo. En 1991
participó en las Primeras Jornadas de Cultura Negra y en 1993 participó
en las Segundas Jornadas, organizadas por la Casa de la Cultura
Indo-Afro-Americana y la Universidad Nacional del Litoral con la
Subsecretaria de Cultura de la Municipalidad y la Provincia de Santa Fe.
En 1994, como miembro del Comité Argentino y Latinoamericano Contra
el Apartheid, fue observador en las primeras elecciones por sufragio
universal de Sudáfrica, donde el líder Nelson Mandela fue electo,
convirtiéndose así en el primer presidente negro de ese país.
En Diciembre de ese mismo año, participó del Primer Seminario
Continental Sobre Racismo y Xenofobia, un Programa de Desarrollo para
los Afroamericanos en Montevideo, Uruguay. Allí se llegó a la conclusión
de la necesidad imprescindible de reunificar al pueblo Afro, para poder
trabajar conjuntamente a favor de los derechos de los pueblos
afro-americanos. Nadal fue entonces, uno de los fundadores de la Red
Continental de Organizaciones Afro.
En 2005, fue homenajeado en el marco del Congreso Internacional “El
Status de las Comunidades Afro-latinas en las Américas” realizado en
Buenos Aires. En Noviembre de 2007 recibió otro homenaje en el Mes de la
Cultura Afro-argentina, organizado por el INADI y la Secretaria de
Cultura de la Nación con la colaboración del gobierno de la República de
Angola.
Enrique Nadal falleció en Buenos Aires, el 26 de Diciembre de 2008.
Fidel Ernesto Nadal
Es un prolífico músico, compositor y cantor que nació en Buenos Aires
el 4 de Octubre de 1965. Hijo de la antropóloga Susana Salzamendi y del
cineasta Enrique Nadal, quien fuera un luchador por la reivindicación
de los derechos de los afro-argentinos.
Sus primeras influencias musicales fueron de los músicos de blues y
jazz que escuchaban sus padres en su hogar, y luego la música reggae y
los ritmos afro-argentinos. Otra fuente de inspiración musical y también
espiritual fue la del músico jamaiquino Bob Marley, ya que gracias a
las letras de sus canciones conoció la ideología Rastafari.
Otros referentes son Malcom X a quien considera “un pilar en la lucha
contra la opresión” y a Haile Selassie (Ras Tafari Makkonen) quien
fuera el último emperador de Etiopía y quien es considerado por el
Movimiento Rastafari como el Mesías que llevará al pueblo de África y a
toda su diáspora a la libertad.
Desde 1985 fue integrante, compositor y la voz de la banda Todos Tus
Muertos (TTM) que en un principio tuvo un sonido punk que fue derivando
hacia el reggae y los ritmos afro-latinos, pero siempre con letras sobre
temas sociales. El grupo produjo ocho álbumes, el último de los cuales
fue “El camino real” en 1998. Después de su grabación, Fidel quería
profundizar la cultura Rastafari y el resto de la banda deseaba avanzar
hacia el punk, por lo tanto se disolvieron.
La banda Lumumba (nombrada en homenaje a Patrice Lumumba (asesinado
héroe de la independencia del Congo) fue el punto de partida de Fidel
como cantante solista y fue integrada por su hermano Almícar Nadal y el
músico Pablo Molina (ex TTM) y por eventuales músicos invitados. Con
este grupo grabó tres álbumes y terminaron disolviéndose en el año 2000
debido a la voluntad de sus integrantes de seguir sus carreras
individualmente.
Así comenzó una nueva etapa como solista y productor, sacando su
primer material editado por su sello Kdusanbesa “Selassie Dios
Todopoderoso”. Luego emprendió un largo viaje alrededor del mundo
grabando y produciendo nuevos y viejos talentos de la música reggae, que
lanzó por sus distintos sellos internacionalmente.
En junio de 2013 presentó su último álbum “Llegó el momento”, con
canciones de su autoría, incluyendo música y arreglos, en las que estuvo
trabajando arduamente durante dos años. Fidel Nadal es quinta
generación descendiente de esclavos que llegaron desde Angola a la
Argentina a principios del siglo XIX. Orgulloso de sus raíces, transmite
ese sentimiento a través de su arte.