Por Jennifer Löcher.
El 17 de febrero, CELS, CAREF y COPADI presentaron un recurso de amparo para frenar el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2017.
¿Qué significa que el DNU del 30 de enero modifica la ley de
migraciones para facilitar la expulsión de inmigrantes? ¿Se quiere
combatir el narcotráfico expulsando a quienes toman tierras para
vivienda? De las justificaciones injustas de una no-urgencia. De la
vulnerabilización de la población migrante en pos de ¿qué? ¿Encontrar un
chivo expiatorio para la crisis social y económica actual? ¿Mantener la
idea de un país blanco y europeo como lo quiso Roca y la generación del
80?
Imagen de huellas.mx
Lucía Galoppo, abogada de la Comisión Argentina para los Refugiados y
Migrantes (CAREF), detalla las razones por las que CAREF, el CELS y
CONAPI presentaron un amparo
(http://www.caref.org.ar/amparo-para-que-la-justicia-declare-inconstitucional-el-decreto-que-modifica-la-ley-de-migraciones.html)
para que se declare inconstitucional el DNU.
Nengumbi Celestin, fundador del Instituto Argentino para la Igualdad,
Diversidad e Integración (IARPIDI) reflexiona sobre los orígenes
ideológicos del decreto: el racismo encubierto de Argentina que se
remonta al proyecto de la generación del 80.
#SerMigrante. Campaña impulsada por CAREF y otras organizaciones de DDHH.
Lucía Galoppo me recibe en las oficinas de Caref, una organización no
gubernamental que fue fundada hace casi 44 años y se dedica al
asesoramiento a migrantes, tanto en un servicio social como en una
clínica jurídica, a la vez que hace trabajo de incidencia para tratar de
acompañar y mejorar las políticas públicas en torno a lo migratorio.
– ¿Podrías explicar cuáles son las principales modificaciones que introduce el DNU 70/2017 en la ley de Migraciones 25.871?
Narcotráfico
El argumento principal con el que sale el gobierno a justificar el
decreto es la lucha contra el narcotráfico. La ley de estupefacientes
prevé penas superiores a los tres años de prisión. Esos delitos ya
estaban como impedimento en la ley tal y como estaba. Esta reforma, lo
que hace es que cualquier delito que merezca pena privativa de libertad
sea un impedimento para radicarse. Esto es un hurto, una toma de
tierras, podría llegar a ser una resistencia a la autoridad.
Para justificar la medida, citan números del servicio penitenciario
que, para nosotros, los están tomando en forma sesgada. Eso es lo
primero que nosotros observamos.
Democracia
Como procedimiento avanza sobre las instituciones. Al no haber ni
necesidad ni urgencia, lo que hace este decreto es saltear el debate
parlamentario y reformar una ley que tiene ya más de diez años de
vigencia y que además tiene una trayectoria y una historia de muchos
años de trabajo de las organizaciones. La ley de migraciones se trabajó
con las organizaciones de migrantes, con Caref, con el Cels, con varias
organizaciones especializadas en el tema junto con el Estado y se
sancionó en el Congreso por unanimidad. O sea, es una ley que cuenta con
un consenso social y parlamentario enorme. Y ahora se ve reformada en
puntos muy esenciales por un decreto.
Principio de inocencia
Por otro lado, se habla de los antecedentes penales como causal de
expulsión, entendiéndolos como procesamiento firme o no firme. El
procesamiento es como una acusación un poco más grave, por así decirlo.
Pero la realidad es que, hasta que la persona no tiene condena, puede
tanto ser culpable como ser inocente. Se está violando el principio de
inocencia.
Procedimiento sumarísimo
La persona que recibe una expulsión tiene tres días para pedir que se
revise. Si se revisa, la revisa la propia Dirección de Migraciones, y
resuelve que está bien dictada la expulsión, tiene tres días para
conseguir un abogado, sacar copia del expediente, presentar los
argumentos y presentarse en el juzgado. No creo que exista abogado capaz
de, en tres días, hacer todo eso.
Defensa pública
La defensa pública, dentro de la defensa general de la Nación, tiene
una unidad de migrantes. En general, Migraciones tenía la obligación de
darle intervención en todas las situaciones de expulsión Ahora la
persona tiene que expresamente solicitar la atención, con lo cual hay
que partir de la base de que la persona sepa que puede pedir la defensa
oficial, que no siempre lo saben.
Pobreza
Es Migraciones la que determina si la persona es pobre como para
acceder a la defensa pública. No hay criterios fijados para eso. Van a
evaluar la capacidad económica, pero no dicen cómo. Y tampoco por qué
medio. Y la realidad es que estamos hablando de tres días de recurso,
con lo cual, en los tres días, con todo lo otro que tenés que hacer,
tenés que probarle a Migraciones que sos pobre para que te permitan
acceder a la defensa pública especializada.
Notificaciones
Se modifica el sistema de notificaciones, previendo un sistema de lo
que se llama notificación ficta, que es notificación por mesa de
entrada. Cuando Migraciones no puede llegar a tu domicilio, porque la
dirección no existe o porque la zona es inaccesible, por ejemplo
cualquier asentamiento, cualquier villa de emergencia, se supone que
Migraciones intenta llegar, no puede, y como no puede llegar a
domicilio, se te considera notificado por mesa de entrada. Pero vos
podés no enterarte nunca y a partir de la notificación en la mesa de
entrada empiezan a correr todos los otros plazos.
Vínculo afectivo
Avanza sobre la vida privada de las personas también. Se prevé
siempre que cuando la persona tiene familia acá en Argentina se puede
evitar la expulsión. Y acá se especifica que cuando uno indica que tiene
hijos argentinos, tiene que demostrar el vínculo demostrando la
convivencia y la relación económica y afectiva con el niño o niña en
cuestión. No tenemos idea de cómo se prueba el vínculo afectivo.
– ¿Qué opinás del decreto?
Migrar es un derecho, y además es un hecho. La realidad es que, por
más que vos tengas la política más restrictiva, la gente no deja de
movilizarse. Porque lo hace por necesidad, porque lo hace por
situaciones complejas en su país, por la razón que sea. Entonces, vos
podés elegir entre tener un Estado que incluya, o podés excluir y
profundizar la vulnerabilidad. Pero no vas a evitar que la gente intente
ingresar, porque la gente se moviliza por otras razones. Así que
apostamos a que el Estado se convierta de nuevo en un garante de los
derechos y no en un mero agente de seguridad.
La sociedad argentina: la Europa de Latinoamérica, Buenos Aires la
París del Nuevo Continente, una sociedad blanca con vajilla francesa y
ferrocarriles ingleses. Esta imagen cuidada y transmitida de generación a
generación extinguió simbólicamente a la población originaria, afro y
toda persona de fenotipo no caucásico. ¿El Decreto es la continuidad de
este deseo de una sociedad blanca y europea? ¿Se creó y sigue creando
una sociedad cultural y económicamente pobre que no le facilita el
crecimiento a sus habitantes no blancos? Nengumbi Celestin, fundador del
Instituto Argentino para la Igualdad, Diversidad e Integración
(IARPIDI) reflexiona sobre estos interrogantes.
– ¿A qué se dedica IARPIDI?
IARPIDI tiene dos ejes de trabajo. El primer eje tiene que ver con el
tema de derechos humanos de solicitantes de asilo y refugiados de todas
las nacionalidades y todos los grupos étnicos. Y el segundo eje tiene
que ver con la lucha contra el racismo, la discriminación racial y la
xenofobia hacia africanos.
– ¿Qué problemas enfrenta una persona que llega a Argentina buscando refugio?
En la práctica, los solicitantes de refugio están totalmente
abandonados. Si uno no tiene a nadie, está en la calle al mes o a los
dos meses. Sin importar si tiene familia o no, tiene que buscarse la
vida. Lo cual complica un poco la vida de personas que ya vienen con
muchos problemas, traumatizadas. No hay políticas de recepción y de
acompañamiento para que los solicitantes de refugio, sobre todo las
personas que han recibido el estatuto de refugiado, puedan disfrutar de
sus derechos en la sociedad argentina.
– ¿Con qué se encuentra exactamente la persona cuando llega al país?
Se encuentra con que, dependiendo formaliza la solicitud en la
Comisión Nacional para Refugiados (CONARE), si tiene suerte lo llevan a
un espacio pensión u hotel habitación, donde las condiciones de vida son
precarias. A veces, si es un matrimonio, los instalan en habitaciones
chiquititas con baño compartido. O a veces, una misma pieza de tres por
cuatro, padre, madre y dos hijos chiquititos en la misma pieza por dos o
tres noches. Les ayudan a pagar el alquiler y después les dicen que
tienen que buscarse la vida y empezar a vivir por su cuenta, mientras
están esperando todavía la decisión de la CONARE a favor o en contra,
que es super complicado. Otros directamente no tienen nada y terminan
yendo a lo que llaman paradores. Ahí, a las siete, más tardar a las ocho
tienen que salir y no pueden volver a ingresar hasta las 18hs. Entonces
están deambulando por la calle, sin importar el clima, invierno, verano
o lluvia. Pero no pueden volver a ingresar.
Realmente no es saludable
para una persona que ya viene con muchos problemas, que se escapó y
llegó, agregar trauma en las vidas de las personas.
– Y respecto del otro eje de trabajo de IARPIDI, ¿cómo describirías el racismo en Argentina?
Respecto de la lucha contra el racismo hay dos aspectos. Un aspecto
es la sociedad argentina en sí, que fue llevada a un punto de querer ser
Europa en América Latina y rechazar a los africanos, obviamente
rechazar también a la inmigración regional. Pero para los africanos es
demasiado cruel, diría yo, de cómo la sociedad en sí, en las calles,
trata a los refugiados. No es un trato agresivo como en Estados Unidos o
en Alemania, donde la gente sale y pega. No. Son insultos y conductas
que impiden que encuentres comodidad en la vida. Sobre todo en lo
laboral. Eso es lo que explica la presencia de los africanos trabajando
en la calle. En la década de los 90, principios del 2000 estaban todos
trabajando en la construcción porque culturalmente, esa es la concepción
de la Argentina: que a los afro, trabajo duro. Como en la época de la
esclavitud. Digo afro en lo general, porque está también la inmigración
de los afro de América Latina. Están los afro-uruguayos, los
afro-brasileros, los afro-colombianos. Muchos tienen profesiones, tienen
estudio, pero por esa cultura de no abrirle posibilidades profesionales
a los afro, muchos tienen que buscarse otras formas de ganarse la vida.
– Lo que a mí me llama mucho la atención es el no ver a los africanos
acá. Una habla con un argentino y habla de las personas afro y te dicen
que acá en Argentina no hay.
Sí. Es la invisibilización a la que llegó la Argentina. Como se quiso
construir como un país ideológicamente blanco y culturalmente europeo,
pasó por todo un proceso de invisibilización de los afrodescendientes
argentinos. Porque los descendientes de esclavizados africanos que
llegaron, siguen estando. Sin embargo, en los censos nacionales de 1869,
con Sarmiento en adelante, nunca aparecieron los africanos en los
censos. Es ahí donde se empieza a decir que murieron todos en la guerra,
en la fiebre amarilla, que los africanos desaparecieron. Y salen con un
dicho común, que en la Argentina nunca hubo negros o que en la
Argentina los negros desaparecieron. No. Ellos hicieron que
desaparecieran. Aunque no sucedió. Lo que hubo fue una desaparición
discursiva, y la sociedad, por querer ser europea, asimiló esto y lo
promueve hasta el día de hoy. A los mismos afrodescendientes argentinos,
se los considera extranjeros.
– Con el cambio de gobierno, ¿se sienten diferencias en las políticas respecto del racismo?
No solamente por el cambio de gobierno. También los gobiernos
anteriores eran gobiernos racistas. Nunca se promovió una política
pública que fomentara derechos de afrodescendientes o de pueblos
originarios. Por la lucha, obviamente, y Misiones de Naciones Unidas, se
terminó creando en el 94, si mal no recuerdo, el El Instituto Nacional
contra la Discriminación, Xenofobia y el Racismo (INADI). Hagamos el
balance: Del 94 al 2017, ¿qué trabajo fuerte y visible hizo el INADI
para combatir el racismo contra los afrodescendientes y los africanos?
Nada visible. Hacen informes donde demuestran la existencia del racismo
(http://www.inadi.gob.ar/mapa-discriminacion/). Eso, por supuesto, es
positivo. ¿Pero cuántas personas leen eso? ¿Qué campañas hacen, a través
de medios de comunicación masivos, para dar a conocer esos informes?
Desde el primer de enero de 2015 hasta el 31 de diciembre de 2024, 10
años, Naciones Unidas decretó el Decenio Internacional de los
Afrodescendientes, cuyo lema es “Afrodescendientes. Reconocimiento,
justicia y desarrollo.” Y el primer año debería arrancar con una
inauguración oficial por parte del Estado Nacional. ¿Se hizo? No. Hubo
reclamos de la sociedad. ¿Hicieron algo? No. ¿Hicieron acciones
concretas que demostraran que realmente están trabajando en pos de la
reparación histórica de la comunidad afrodescendiente? Nada visible.
Obviamente, por la lucha de las organizaciones afro, se vieron en la
obligación de hacer algunas actividades y algunos cambios. Es así como
en abril de 2013 la ley que sanciona el 8 de noviembre como Día de los
Afroargentinos y de la Cultura Afro. Pero de ahí a que se celebrara ese
día en toda la sociedad – es una ley nacional – ¿hacen algo al respecto?
En las escuelas, ¿se incluyó esto en la currícula? Pero, el aspecto
positivo es que existe una ley. Entonces, en lo que es realmente lo
afro, respecto del gobierno anterior con sus 12 años de gestión, el
balance no es positivo.
– Respecto del DNU, ¿qué opinás?
El decreto tiene que ver con ese racismo histórico de Argentina. Los
próceres de la generación del 80, Alberdi, Sarmiento, Roca, son los que
querían un país blanco y culturalmente europeo. Y lo pusieron en la
Constitución en 1853, en el artículo 25: “Argentina fomentará la
inmigración europea.” Y esa inmigración fue acompañada de facilidades
para que pueda desarrollarse de la mejor forma en Argentina. Y
paralelamente, a la inmigración regional se le endurecieron condiciones
de regularidad migratoria. Ésta, con el tiempo, y porque es una
inmigración muy trabajadora, fue ocupando aspectos laborales que hacen
al crecimiento y desarrollo de la sociedad argentina, sin dejar de lado
aspectos sociales y culturales, que también son un aporte.
Se hizo la regularización con la ley 25.871 que fue sancionada en
2004 y reglamentada en 2010. Esto hizo ver que se estaba tratando de
crear otra Argentina, donde migrar fuera considerado como un derecho
humano esencial e inalienable. Y ahí, el artículo 4 dice que la
Argentina va a garantizar ese derecho sobre la base de la igualdad y la
universalidad. Era una garantía legal migrar a Argentina. No sólo esto,
sino que también se había creado un mecanismo que facilitara la
regulación migratoria de personas migrantes. Esto fue producto de lucha
de varias décadas de organizaciones de la sociedad civil que querían un
cambio en la ley migratoria que era la vieja, la ley Videla.
Ahora, igualmente parecía como que el espíritu del artículo 25 de la
Constitución seguía vigente en las cabezas de los funcionarios y de la
ciudadanía. Y con discursos fuertes, que empezaron por ahí por 2008 con
el senador Pichetto, y en 2013 y 2014 con Berni, y Pichetto otra vez, y
podemos tomar también el caso del 2011 del Parque Indoamericano y las
declaraciones de Macri como jefe de gobierno de la ciudad. Entonces, ese
decreto termina formalizando y recuperando el espíritu de los próceres
de la generación del 80. Porque antes de llegar a eso, si uno ve los
discursos de los funcionarios y los discursos en los medios de
comunicación, todos esos discursos lo que reflejaban era el rechazo y la
criminalización de esas migraciones latinoamericanas, africanas y
asiáticas. La migración históricamente no deseada. Y terminamos con el
decreto. El decreto formaliza la criminalización. El decreto formaliza
el rechazo. El decreto formaliza la restricción de derechos de personas
migrantes. Pero si uno lee bien los discursos, en los discursos no
entran los inmigrantes europeos. Porque se considera que ellos no son
narcotraficantes. Lo que quieren es darle un marco legal al racismo que
ya es constitucional y le quieren dar ahora un marco legal al racismo
institucional y estructural.
– En tu opinión, ¿por qué ahora se está volviendo a instalar este paradigma? ¿Lo ves relacionado con el contexto internacional?
No. Puede ser que haya coincidencias, pero son dos escenarios
distintos. Veamos, acá en Argentina: ¿Dónde están los afro y los pueblos
originarios? En los ministerios, no están. En la Dirección Nacional de
Migraciones, no están. En los medios de comunicación del sector privado,
no están. Nadie va a decir que nunca estudiaron. Hay personas con
capacidades intelectuales, pero está la cultura de que uno tiene que
responder a este criterio de blanco y europeo. La cara visible de la
Argentina es blanco y europeo. Eso nunca cambió. El racismo en Argentina
siempre fue un racismo encubierto. No un racismo agresivo como lo fue
en Inglaterra, Francia, Alemania, Estados Unidos. No hay violencias
externas, pero se cuida cierto código que va a hacer que permanezcamos
blancos. No le peguemos a nadie, pero permanezcamos blancos. Impedimos a
los otros que crezcan. Esos son los mecanismos con los que funciona el
racismo en Argentina. Por eso digo que no tiene nada que ver con Estados
Unidos. Es algo interno y tiene una línea de continuidad. Y este
presidente, en sus declaraciones sobre el Parque Indoamericano, se jactó
y se sigue jactando, de ser conservador de esa Argentina.
– ¿Qué palabras querés dejar a las lectoras y los lectores?
Una reflexión dirigida a la sociedad argentina: Lo que hace al
desarrollo y al crecimiento, no tiene nada que ver con el fenotipo.
Tiene que ver con el conocimiento y con cómo el conocimiento se aplica
en la sociedad. Que la diversidad es un factor enriquecedor. Cuando más
hay debate, porque percibimos las cosas de distintas maneras, mejor
posibilidad tenemos de llegar a una idea mejor que va a generar mayor
beneficio a la sociedad. Hay que entender que lo que creían los próceres
de la generación del 80, que el desarrollo tiene que ver con ser inglés
o ser francés o con ser alemán, no es así. El desarrollo no depende de
la tez de la piel. Esa política selectiva es la que generó en la
Argentina la pobreza estructural, porque les impedían la posibilidad de
crecimiento a su misma gente que no tenía el fenotipo de los europeos
deseados. Las provincias del norte son las provincias más castigadas
porque ahí había más gente afro y pueblos originarios que no tienen nada
que ver con la ascendencia europea. Entonces generaron una política de
exclusión que fomentó la pobreza y el subdesarrollo. Si no cambian esa
forma de percibir las cosas Argentina nunca va a cambiar. Va a tener más
pobres y por lo tanto mayor inseguridad. Y menos intelectuales y menos
profesionales. Se tiene que saber que cualquier ser humano tiene la
capacidad de contribuir positivamente al desarrollo de la sociedad
cuando se le da la oportunidad.