A pocos días del "Día de la
Mujer Afrodescendiente", las mujeres negras siguen poniéndole el cuerpo al racismo, la
xenofobia y la violencia.
Ataque a una joven senegalesa.
Muy lejos de lo que la ciudadanía
podría suponer, en Argentina el racismo y la violencia de género están a la
orden del día. Ni una convención internacional que sanciona el racismo, ni una ley
de avanzada contra
la violencia de
género, ni una insuficiente ley antidiscriminatoria, ni
todas las celebraciones
por el día
de la mujer afrodescendiente,
logran detener la violencia y el racismo que día a día sufren las mujeres
negras.
El jueves 31 de
julio de 2014 a las 14.30 hs., en pleno barrio porteño de Once, una joven ciudadana senegalesa, de apenas 21 años
de edad, - y cuya identidad vamos a preservar por su seguridad- fue víctima de la violencia, el abuso de
poder y de un racismo tan frecuente que
aterra.
El portero de
un edificio ubicado
en la calle Rivadavia al
2600 atacó a
la joven que se
encontraba vendiendo juguetes
en la vía
pública, ganándose la
vida como todos
los días desde que llegó a la
Argentina hace un mes y medio.
El ataque comenzó con insultos racistas como "no quiero ver
una negra cuando salgo a la puerta del
edificio". No conforme
con ello, comenzó
a romper los
juguetes que son su
fuente de subsistencia. Sin embargo, dejarla sin su
mercadería tampoco fue
suficiente. El hombre
decidió patearla en
el estómago. Ante
los gritos de
las personas que
estaban presentes, el portero se metió dentro del edificio.
Un policía que se
encontraba cercano al hecho y que
suele estar en
esa zona, conociendo que la
víctima es hermana de otra
mujer que tiene un
local en una galería cercana,
fue a buscarla. Cuando
la hermana de la joven
atacada llegó al
lugar, la encontró
totalmente conmocionada por la
golpiza. Indignada, le preguntó al
policía por qué no hizo algo para detener
el brutal ataque.
Increíblemente, el policía
contestó que “en
este país es
común pegarle a las mujeres”. Si, leyó bien.
Para afirmar lo que el policía
estaba diciendo, el portero salió nuevamente del edificio y le propinó dos
piñas en el cuello a la joven. Cuando intervino su hermana mayor, también fue golpeada.
La autoridad policial, nuevamente no hizo nada. Sólo se limitó a decir que haga
la denuncia, si quería. Pero que él no iba a hacer nada.
Al grito
de "Váyanse a su país
NEGRAS DE MIERDA",
el racista y
violento portero volvió a
esconderse en su edificio. Y nadie hizo nada.
Las hermanas
radicaron la denuncia
en la comisaría
8°, de la
calle Urquiza 540,
desde donde fueron derivadas al médico legal para constatar las
lesiones. Luego terminaron en el Hospital Argerich, donde se
le colocó un cuello ortopédico, ya que la
joven salvajemente atacada no
podía caminar por los dolores.
¿Hasta cuándo las mujeres negras
tendrán que soportar el machismo de esta sociedad? ¿Hasta cuándo las mujeres
negras tendrán que sufrir el racismo?
Hasta cuándo las mujeres negras deberán tolerar la indiferencia de la opinión
pública?
La mujer negra durante cinco
siglos ha sido triplemente discriminada, por negra, por mujer y por pobre. Hoy,
en pleno siglo XXI, podemos decir que nada ha cambiado. O si: lo que ha cambiado son
las formas en que se manifiestan hoy
ese racismo y ese
machismo mortal, porque mata y degrada poco a poco a quien lo/a padece.
Afortunadamente, estas dos
mujeres africanas, que buscaron en la
Argentina la posibilidad de una vida
mejor, no están
solas. Hay organizaciones africanas
y afrodescendientes, organizaciones de
derechos humanos, organismos
del Estado, compatriotas,
y muchas personas que
nos solidarizamos con
estas mujeres, repudiamos estos
hechos y luchamos junto a ellas para que se haga
justicia, para que nunca más ninguna mujer sea víctima de violencia.
Al respecto,
la Profesora Miriam V. Gomes, presidenta
de la Sociedad Caboverdeana de Dock Sud,
declaró: "La semana pasada, supimos
la lamentable noticia de que
una joven ciudadana senegalesa había
sido agredida en la vía pública por un individuo que no sólo la insultó con
epítetos racistas, sino que también la golpeó salvajemente en el estómago y el
cuello. Cuando creíamos que hechos como éste irían quedando atrás, como partes
de un pasado intolerante y violento,
nuevamente la realidad nos despierta y
nos pone en alerta para redoblar nuestros esfuerzos: esfuerzos para luchar
contra el racismo, la xenofobia y la
violencia de género.
Porque de eso
se trata este
hecho: una situación
en que un individuo
abusa de su
'autoridad' como 'macho'
dominante y más
fuerte, ante el silencio/complicidad general
y, lo que es más
grave, de un
agente policial. Estamos acompañando a la joven en esta
situación y lucharemos para que no se repita."
La Asociación
de Residentes Senegaleses
en la Argentina,
la Organización "Todos con Mandela", la
Sociedad Caboverdeana de
Dock Sud y
la Organización IARPIDI, manifestamos nuestro
repudio a los
hechos relatados, y damos todo
nuestro apoyo y solidaridad
a las hermanas
senegalesas víctimas del
racismo y la
violencia. Seguiremos luchando
para que esto acabe un día.
Por: Miriam Gomes & Patricia Gomes
Todos Con Mandela